Colombia podría estar empezando a cerrar el capítulo de la violencia insurgente con el triunfo del presidente Juan Manuel Santos. Fue precisamente el proceso de negociación de la paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el eje central de las elecciones en ese país. Y ganó la apuesta por la paz. Parecía obvio, porque después de 50 años de confrontación había que suponer que los colombianos estaban cansados de la violencia. Pero no tenía que ser necesariamente así. Persisten los resentimientos y un sentimiento de que a los guerrilleros no se les puede considerar ni tratar como políticos, sino como criminales o terroristas.
Pero el mundo ha cambiado, para la misma guerrilla y para quienes gobiernan, al margen de que la insurgencia es un factor que no se puede aniquilar en forma alguna, y ante su actitud de deponer las armas, debe buscarse una solución conveniente a todos. De modo que las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) puedan incorporarse a la vida civil y política de su país.
Santos ganó, y ganó Colombia, el camino más viable para la paz, para superar un conflicto que ha provocado la huida o reubicación de 5.5 millones de personas y no menos de 220 mil muertos durante 50 años. Eso tiene que terminar.
Colombia tiene muchas materias pendientes pese a su gran potencial para el desarrollo, pese al crecimiento constante de su economía en los últimos años, la reducción de la pobreza, disminución del desempleo a 9.6%. Tiene que recuperar totalmente la paz, fortalecer la confianza de los inversores, reducir la inseguridad callejera y superar las quejas por los servicios de salud.
En fin, Colombia debe crear las condiciones para que más ciudadanos se interesen en su democracia. El alto abstencionismo (53%) es un reflejo de la inconformidad social, de los políticos, de la corrupción y de la inequidad social. Mismos problemas de toda América Latina.
En lo que no debe quedar dudas es que el presidente Santos y la guerrilla están, con estos resultados electorales, más obligados a devolver la paz a los colombianos.
