Los tubos del sistema de drenaje del elevado de la avenida 27 de Febrero siguen desprendiéndose y se han constituido en un peligro para los vehículos que transitan por esa vía, en dirección Este-Oeste. La oxidación de las argollas que sostienen los conductos por donde sale el agua, sumada a la maleza que se reproduce en la estructura de hormigón, han ocasionado que de manera constante trozos de tubería caigan a la parte baja de la avenida 27 de Febrero.
Andrés Félix, dueño de una sastrería, narró que anteriormente las autoridades enviaban grúas para limpiar la maleza y supervisar que la cañería se encontrara funcionando, sin embargo asegura que desde hace más de un año estas labores de mantenimiento no se realizan.
En el caso del carril contrario, las tuberías fueron retiradas por completo, lo que también constituye un problema ya que cuando llueve, el agua que acumula el elevado cae por chorros a la parte baja del viaducto afectando la visibilidad de los conductores.
