Nadie en La Altagracia niega que, en las últimas décadas, la agricultura de la más oriental de las provincias de la República Dominicana ha caído en cerca del 90%, al punto de que la yuca que se consume se produce en la provincia Espaillat y la importan de Costa Rica, y lo mismo sucede con el plátano y el guineo, lo que prácticamente triplica sus precios.
En contraste, desde inicio de los años 70, la industria turística ha ido in crescendo hasta el punto de desplazar a la agricultura y la ganadería, con más de 35 mil habitaciones en el litoral Este y generando a la economía nacional cerca del 30% del producto interno bruto (PIB).
El pasado año, la industria recibió, a nivel nacional, más de cuatro millones de turistas, de los cuales más de 2.3 millones arribaron y/o se registraron en los hoteles del litoral, pero los productores agrícolas y ganaderos de la provincia vendieron poco a la cadena hotelera que va desde Uvero Alto hasta Punta Cana, ya que lo que producen carece de los niveles de calidad que requiere el estándar internacional.
El panorama
Darío Yunes, presidente de la Comisión Civil para el Desarrollo de La Altagracia, observa que la situación de la agricultura en la provincia es tal que en el Proyecto Baiguá, de 30 mil tareas que tiene, en gobiernos anteriores le fueron cediendo paulatinamente al Central Romana 20 mil tareas para la siembra de caña de azúcar, y en la actualidad solo 10 mil están en producción.
Entre Nisibón, Anamuya y El Bonao había más de 40 mil tareas sembradas de cacao, y la caída ha sido tan significativa que apenas hay 12 mil tareas produciendo, a pesar de contar con tierra de excelente calidad en la cordillera Oriental para la producir ese rubro.
Yunes sostiene que en cuanto a la producción de arroz, la provincia tiene capacidad para sembrar más de 40 mil tareas, pero solo hay 15 mil sembradas en el área de Nisibón, con el inconveniente de que no hay una factoría para procesarlo.
Y está el caso de San Rafael de Yuma, que para los años 70 se consideraba el granero del Este por la gran cantidad de habichuela, maní y maíz que se producía, pero hoy esa producción puede decirse que es nula.
La Altagracia, que bien puede afirmarse es la capital en la producción de carne vacuna del país, no tiene un matadero en buenas condiciones, por lo que el ganado debe ser sacrificado en la ciudad capital, Monte Plata o en el Cibao, por lo que el dinero que se gasta en esa actividad no figura en los aportes que hace al PIB.
Los ganaderos producen actualmente unos 250 mil litros diarios de leche a pesar de que tienen el ganado suficiente para producir más de 500 mil.
La poca producción y la gran demanda de alimentos, hace de esta provincia la más cara del país.
Economía de servicios
El predominio de la industria turística ha ido transformado a La Altagracia en una economía eminentemente de servicios, siendo la que ha experimentado la más alta explosión demográfica y la que más remesas envía y recibe en el país.
Las tres principales estaciones de autobuses de la ciudad registran un flujo de salida y llegada de una unidad cada media hora, en horarios que van desde las 6:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche.
El flujo de pasajero es tal, que cientos de motoconchistas de La Romana, El Seibo y San Pedro de Macorís, desde donde viajan diariamente, tienen en la provincia sus bases de operaciones.
Las principales cadenas comerciales y empresas de telecomunicaciones tienen una gran presencia en esta provincia, que además registra el tercer parque vehicular del país, solo superado por el Gran Santo Domingo y Santiago de los Caballeros. l
Agricultura dice que el Gobierno auxilia al campo
El director de Agricultura de la provincia, ingeniero Aris Mora, dijo que el gobierno del presidente Danilo Medina es consciente de la situación por la que atraviesa el campo de La Altagracia. Al respecto, aseguró que para finales de este año concluirán la factoría de arroz que el jefe de Estado prometió a los arroceros de Nisibón, para lo cual el Banco Agrícola dispone de RD$20 millones y ya existe el terreno, además de que se han habilitado otras 12 mil tareas para producir el cereal. Mora también aseguró que dispusieron de RD$7 millones para adquirir ganado de doble propósito, o sea, producir leche y carne, además de mantener un programa de control de tuberculosis y brucelosis en el ganado.
“En los proyectos habichueleros se habilitaron unas 12 mil tareas para arroz y habichuela, de manera subsidiada a 400 pesos por tarea y el agricultor pagó solo 170”, apuntó.
