La UASD, más académica, menos política

A las autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) hay que reconocerles que han actuado con diligencia, oportunidad y firmeza ante los desórdenes patrocinados por insensatos que terminaron con la vida del reputado coronel de la…

A las autoridades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) hay que reconocerles que han actuado con diligencia, oportunidad y firmeza ante los desórdenes patrocinados por insensatos que terminaron con la vida del reputado coronel de la Policía Nacional, Julián Suárez Cordero. La expulsión de los identificados como involucrados en el hecho sangriento, el desconocimiento del grupo Felabel, lo mismo que la confiscación de sus locales y otras medidas conexas, no tienen ningún valor si no se trabaja para evitar que hechos parecidos se repitan.

El asesinato del coronel estremeció a todos, no sólo porque se trató de la vida de un ciudadano, un coronel uniformado de la Policía Nacional, sino porque fue una acción aleve, una traición a la dignidad de la academia, sus estudiantes, sus egresados y a las autoridades, al país.

Es necesario que las autoridades de la UASD trabajen para erradicar las causas que indujeron a ese comportamiento, entre los estudiantes que tienen compromisos grupales, con sus líderes, que discutan acerca del propósito de los mismos y su accionar. Porque es demasiado evidente que, desde hace años, la participación estudiantil tiene muy poco que ver con la responsabilidad para mejorar la calidad de la docencia y las condiciones en que se imparte. Su razón de ser como eje del cogobierno universitario.

Asimismo, es tiempo de que la universidad pública revise sus políticas de seguridad interna. Una institución con un campus tan extendido y abierto, con fuero y autonomía, en medio de las amenazas de la globalización, no puede garantizar el orden y la seguridad en los términos que conocemos.

La sociedad de hoy dista mucho de la post revolución de abril. Muchos factores objetivamente han cambiado. Los términos de la gobernabilidad y las mismas relaciones de la universidad con los gobiernos no son los mismos. La permanente tirantez es el pasado, y eso debe ser válido frente a los cuerpos de seguridad y orden.

En fin, la UASD debe revisarse. Debe ser más académica y menos política, para todos los fines. Es el momento para cambiar.

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