Una campaña pacífica

La campaña electoral que lleva al país  a las elecciones del próximo 20 de mayo, es una de las más pacíficas…

La campaña electoral que lleva al país  a las elecciones del próximo 20 de mayo, es una de las más pacíficas que han visto los dominicanos y dominicanas. En múltiples procesos la violencia y la represión  tuvieron  espacios. En el presente,  los hechos desgraciados  pasados  se ven a distancia como expresiones  de períodos antidemocráticos.  Por ejemplo, en  la campaña electoral de 1930, la represión fue un recurso de campaña. La impuso  el renunciante jefe del Ejército Nacional, Rafael Leónidas Trujillo Molina, para imponerse  como candidato y ser electo  presidente de la República sin oposición.  Durante el mes de abril y los primeros días de mayo de 1930, miembros del Ejército Nacional  participaron en actos de represión contra los adversarios de  Trujillo. La Alianza Nacional Progresista, que tenía como candidato a la Presidencia a Federico Velásquez, y a vicepresidente al líder horacista Ángel Morales, se retiró del proceso electoral. Por  la violencia desatada los miembros de la Junta Central Electoral renunciaron a sus funciones el 7 de mayo de 1930 y fueron sustituidos por parciales de  Trujillo. La Alianza Nacional Progresista formalizó su retiro el 15 de mayo, por considerar que no había garantías para ejercer el voto libremente. El 16 de mayo de 1930 se llevaron a cabo  las elecciones con la  única  participación del binomio Trujillo Molina- Estrella Ureña.  Fueron declarados ganadores de los comicios con un 45 por ciento de los votantes inscritos. Se produjeron múltiples protestas y la Alianza Nacional Progresista calificó de fraudulento el proceso, pero la JCE  declaró ganadores a Trujillo y a  Estrella Ureña, en virtud de una resolución dada a conocer el  24 de mayo de 1930. Trujillo y Estrella Ureña eran aliados desde que se unieron en la conspiración  para derrocar  al  presidente Horacio Vásquez.

El 23 de febrero de 1930, Estrella Ureña y sus partidarios, apoyados  por antiguos dirigentes del jimenismo, dieron inicio al plan para acabar con el Gobierno de Horacio Vásquez. Disfrutaron las emociones de ver consumado su plan golpista, pero no advirtieron que eran usados como instrumentos y que serían protagonistas de un proceso electoral en el que se impuso la violencia para colocar a Trujillo en el poder.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas