Una onda tropical localizada sobre la porción central de la isla provocará aguaceros dispersos con tormentas eléctricas y en ocasiones ráfagas de viento sobre el territorio que serán más frecuentes e intensas sobre las regiones noreste, suroeste, litoral Caribeño, y la vertiente Sur de la Cordillera Central.
Este fenómeno tiene un rápido desplazamiento hacia el Oeste, con su mayor actividad en el Mar Caribe y baja posibilidad de regenerarse como ciclón tropical.
Se recomienda a los residentes en el gran Santo Domingo, La Altagracia, La Romana, San Pedro de Macorís, San Cristóbal, Peravia, San José de Ocoa, Azua y Barahona continuar las medidas de precaución ante posibles inundaciones urbanas.
También, mantenerse atentos a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Emergencia, debido a las precipitaciones provocadas por la onda tropical, remanentes de la depresión tropical número siete.
Asimismo, la Oficina Nacional de Meteorología recomienda a los conductores de vehículos desplazarse con precaución y encender las luces cuando la visibilidad este reducida.
Las condiciones marítimas en la costa Caribeña continúan peligrosas, por lo que las frágiles y pequeñas embarcaciones deben permanecer en puerto; mientras que en la Bahía de Samaná y en la costa Atlántica, pueden navegar cerca del perímetro costero, sin aventurarse mar adentro.
Se informa que la activa onda tropical localizada a unos 1770 kilómetros al oeste/noroeste de las islas de Cabo Verde posee baja probabilidad (10%) para convertirse en ciclón tropical en las próximas 48 horas.