El Gobierno ha iniciado aprestos para modificar la ley que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social, marcada con el número 87-01 y considerada la legislación más importante del país, después de la Constitución.
Como primer paso el Poder Ejecutivo distribuyó entre los sectores vinculados a la administración tripartita de la ley, el borrador de un proyecto que contiene las propuestas de cambios que el Gobierno propondrá. El viernes último, en esa misma dirección, hubo una reunión entre el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, y los funcionarios vinculados a la Seguridad Social. En ese encuentro se trató el tema de la reestructuración del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), un órgano estatal que la misma ley 87-01 le suprime las principales funciones que le dieron origen y le asigna un papel que no ha asumido totalmente.
Cambiar, modificar o sustituir una legislación con más de 15 años de aprobada no es una iniciativa que extrañe, ni motivo para asustarse. Podría, sin embargo, inquietar y hasta preocupar porque en el caso que se trata, hay aspectos de la norma jurídica que no se han aplicado, haciendo que el alcance social de la ley sea limitado. Caso específico, el primer nivel de atención primaria.
La ley establece que los servicios de salud deben prestarse por niveles, pero en la práctica el primer nivel, que debe ser la puerta de entrada al sistema de salud, todavía no opera y ese incumplimiento de la normativa encarece los costos del sistema de salud, una de las dos estructuras sobre las cuales descansa el SDSS. Lo encarece porque acudir directamente a un especialista es presentarse a una instancia que solo para el trabajador asegurado o sus dependientes, implica un copago de mil hasta tres o cuatro mil pesos.
El primer nivel de atención, en el cual el copago sería de solo 100 pesos, es la frontera que segrega el componente puramente comercial que ronda al segmento salud de la Seguridad Social.
Vale la pena que en la revisión que se plantea a la ley 87-01 se tomen en cuenta muchos aspectos que como la aplicación del primer nivel de atención, se necesitan para que la norma tenga su esencia de conquista social. Debe entonces aprovecharse el momento para hacerle una reforma integral. l
