Una versión en miniatura y caótica de Los Prados

Desde que la avenida Doctor Defilló comienza a estrecharse a partir de la calle Juan Isidro hasta la Charles Summer, el entorno de Los Prados cambia para dar paso a su versión en miniatura: Los Praditos.

Desde que la avenida Doctor Defilló comienza a estrecharse a partir de la calle Juan Isidro hasta la Charles Summer, el entorno de Los Prados cambia para dar paso a su versión en miniatura: Los Praditos.Decenas de bancas de lotería, colmados, pica pollos, cafeterías, talleres de repuestos, gomerías y compraventas se ubican a lo largo de la avenida hasta llegar a la Gustavo Mejía Ricart y en su recorrido se ramifica en pequeños callejones donde viven alrededor de 10 mil familias.

Al igual que en El Manguito, en este sub-barrio del ensanche Julieta Morales, como lo cataloga el Ayuntamiento del Distrito Nacional, existían planes para ejecutar un proyecto de reurbanización durante la gestión municipal de Johnny Ventura, en el año 2001, que no se materializó por el temor de sus moradores a ser desalojados de forma masiva.

Según narra doña Negra Alcántara, nativa de Constanza, en los años 60 aquellos terrenos eran una especie de monte de caliche donde era casi imposible caminar. “Había como dos o tres casas y muchísimo lodo y sucio”.

En esto corrobora la presidenta de la junta de vecinos La Gran Unión, Carolina Martínez, quien recuerda que muchas veces tenían que salir de sus casas con los pies envueltos en fundas plásticas para no ensuciarse los zapatos.

Con el paso de los años y tras las luchas de sus dirigentes comunitarios, la mayoría de calles y callejones están asfaltados.

Sin embargo, contrario a otros barrios de las mismas características, en Los Praditos todavía existe una gran cantidad de viviendas hechas de madera y zinc que le dan un aire rural al entorno. También hay una gran población de nacionales haitianos.

Servicio eléctrico pésimo

Pese a estar enclavado entre sectores de clase media alta, en Los Praditos hay continuas protestas por los prolongados apagones y las telarañas que tienen por tendido eléctrico, “estamos a oscuras desde la mañana hasta la noche, no nos están mandando luz”, refiere Martínez.

En ese sentido, afirma que están en proceso de evaluación por la Empresa Distribuidora de Electricidad del Sur (Edesur) para la entrada del sector al sistema 24 horas.

En cuanto al suministro de agua potable no tienen quejas. Refiere que reciben el líquido todos los días. El crecimiento sostenido de la barriada también ha originado el colapso del sistema sanitario, provocando el reporte de varios casos de dengue en los últimos meses.

Delincuencia

Si hay algo que aqueja a los residentes de este sector es la delincuencia que hace que el nombre de Los Praditos resuene incesantemente en los medios de comunicación por hechos de sangre.

En ese orden, la dirigente comunitaria plantea la necesidad de que el Gobierno destine mayor vigilancia policial e incremente incentivos para educar y emplear la juventud.

Los Praditos cuenta con una sala de tareas auspiciada por el denominado Frente Comunitario ubicado en la calle 3, el club recreativo Ramón del Orbe y un Centro de Atención Primaria de Salud. Los escolares deben trasladarse a la escuela Madre Teresa de Calcuta en La Javilla para realizar sus estudios.

Este próximo sábado los dirigentes comunitarios de las tres juntas de vecinos que inciden en el sector tienen previsto la realización de una de las cenas populares que auspicia el Gobierno con motivo de la Navidad.

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