Unasur saluda posible reanudación de diálogo en Venezuela

CARACAS, Venezuela— Ernesto Samper, secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, saludó el viernes la posibilidad que se reanuden los diálogos exploratorios entre el gobierno de Venezuela y la oposición.

CARACAS, Venezuela— Ernesto Samper, secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, saludó el viernes la posibilidad que se reanuden los diálogos exploratorios entre el gobierno de Venezuela y la oposición.

El comentario de Samper se produjo un día después que La Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que agrupa a una treintena de partidos y organizaciones opositoras, pidió el jueves en un comunicado ampliar la mediación del proceso de diálogo e incorporar a un representante de la Santa Sede, otros exmandatarios o la OEA «a través del grupo de amigos de Venezuela».

«Celebro posibilidad d (sic) reestablecimiento d diálogo en Venezuela y renuevo apoyo a tres ex presidentes q (sic) d la mano de @unasur lo han logrado», dijo Samper a través de su cuenta en la red social de Twitter.

El proceso es impulsado desde mayo por los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martín Torrijos de Panamá, con el respaldo de Unasur.

La MUD además se mostró dispuesta a participar en una primera reunión para un eventual diálogo a partir del 12 de julio e instó a los facilitadores a proponer el lugar y la fecha para el encuentro.

Al respecto, la canciller venezolana Delcy Rodríguez y el influyente dirigente oficialista y alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, que fungen como representantes del gobierno en la iniciativa de diálogo, recibieron con agrado el anuncio.

«Tenemos la instrucción del presidente Nicolás Maduro de mantener nuestra entera disposición para reanudar las conversaciones y que se mantengan de manera sostenida los encuentros para un clima de paz», dijo el alcalde en una rueda de prensa, acompañado de la canciller y el diplomático Roy Chaderton, quienes han abogado por un diálogo sin condiciones previas.

La alianza opositora repetidamente ha exigido como condición para el diálogo que sean liberados los que considera presos políticos y se realice este año el referendo revocatorio del mandato de Maduro y advirtió que «no tolerará ningún ardid» para que se demoren los trámites del proceso.

Maduro y sus más cercanos colaboradores descartan que el referendo contra el mandatario pueda realizarse en 2016.

La realización del referendo está sujeta a las decisiones que pueda tomar el Consejo Nacional Electoral que actualmente evalúa cerca de 409.313 firmas que validaron los opositores. De superarse esta etapa la oposición deberá recolectar cerca de cuatro millones de rúbricas para activar el referendo.

La alianza también ha rechazado el ofrecimiento que hizo el miércoles el presidente Maduro de que República Dominicana sea sede de los diálogos y dijo que en «beneficio de la calidad y utilidad del proceso de debate consideramos que debe ser otro u otros los lugares donde se produzca el encuentro».

El nuncio apostólico de Venezuela Aldo Giordano, sobre la posible participación de El Vaticano en la iniciativa de diálogo, señaló el viernes en un acto público que a la Iglesia no le corresponde el papel de mediador, «pero la Iglesia está siempre lista a servir de forma diplomática al encuentro, servir al diálogo…».

En un comunicado fechado en Washington, el Departamento de Estado manifestó que Estados Unidos le da la bienvenida al anuncio de la alianza opositora e instó «enérgicamente a ambas partes a participar de manera constructiva para resolver pacíficamente los serios desafíos que enfrenta el pueblo venezolano».

«Los Estados Unidos continúa sumándose con los países de la región y de todo el mundo para pedir al gobierno de Venezuela para que libere a todos los presos políticos, respetar la función constitucional de la Asamblea Nacional, y permitir que al pueblo venezolano se le escuche a través de mecanismos constitucionales, tales como el referendo, sin demora», añadió.

El proceso de diálogo cuenta con el respaldo de la comunidad internacional que lo ha planteado como una salida a la compleja crisis que enfrenta Venezuela por una desbordada inflación y severos problemas de escasez de alimentos, medicinas y otros productos que han generado protestas callejeras y saqueos de comercios en los últimos meses.

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