RIO DE JANEIRO (AP) — Luis Suárez estaba más presente que nunca pese a que no pisó la cancha. La mayoría de aficionados uruguayos que llegaban el sábado al estadio Maracaná para el partido contra Colombia lucía caretas con la imagen del artillero que se perderá el partido por los octavos de final del Mundial.
Suárez fue sancionado con nueve fechas y cuatro meses por morder al italiano Giorgio Chiellini. La decisión de la FIFA se ha convertido en una cuestión de Estado en Uruguay, donde hasta el presidente José Mujica criticó duramente lo ocurrido.
La hinchada uruguaya se presentó en Maracaná con caretas de Suárez para recordar al artillero. Algunos las traían de casa, pero también las repartían medios de comunicación locales.
«La peor injusticia de la historia de los mundiales es la penalización a Suárez», opinó Carla Pattocchi, de 44 años, que llevaba puesta la careta al igual que su marido y su hija. «Es una vergüenza».
Los seguidores dijeron que su intención no era tanto protestar sino apoyar a su estrella.
«Es injusto. Tratan como un criminal a un deportista magnífico», señaló Ricardo Rizzo, de 27 años, también con la careta de Suárez en la mano. «Una cosa es la sanción deportiva de tres, cuatro fechas, pero expulsarlo del fútbol cuatro meses… Vamos a mostrar apoyo a Suárez y la selección», agregó su hermano Matías Rizzo, de 23.
