Aunque las autoridades municipales iniciaron un proceso para reutilizar los desechos sólidos, en el relleno sanitario de La Vega aún no se aprovechan todos sus recursos.
Está considerado un proyecto modelo, a pesar de que la etapa de construcción no ha sido completada. Sin embargo, los comunitarios se quejan por la debilidad del servicio ofrecido por la alcaldía en la recogida de los desechos.
La construcción de un relleno incluye el procesamiento de los desperdicios con fines energético e industrial, una propuesta que aún está en proceso. Por ahora, lo que se ha puesto en marcha es la parte de la clasificación de los desperdicios sólidos urbano, lo que ha permitido mejorar la calidad de la salud ambiental en el municipio.
Recientemente, el ministro de Medio Ambiente, Bautista Rojas Gómez, se refirió al buen manejo que le dan a este relleno sanitario. Con el relleno sanitario construido por la alcaldía de La Vega, sus munícipes han superado el hedor y la contaminación que generaba el viejo tiradero de basura.
Beneficios
La recolección y clasificación de los desperdicios ha comenzado a dejar beneficios a los denominados buzos, quienes viven de la venta de los recursos que pueden ser reusables, como el caso de plásticos y botellas de vidrio y metales, entre otros.
Actualmente operan unos 130 buzos. Su mayor queja es la amenaza de incursión de los recolectores de desperdicios de Moca, los que, según estos, han pretendido mudarse a La Vega, luego de que fuera clausurado el vertedero municipal de Moca.
Mientras en otras poblaciones las quejas son el agotamiento de los espacios para depositar la basura, por la humareda y la contaminación, en La Vega sus moradores solo se oponen a que los mocanos les lleven sus desperdicios, pues temen que podrían en pronto tiempo correr la misma suerte.
Mientras se invierte y se define lo de un mayor aprovechamiento de los desechos, Luz Ovalle ya lleva un año como intermediaria y compra plástico y cartón para la empresa Recicladora Ochoa que opera en Santiago.
Al mes, Ovalle se gana como salario fijo 12 mil pesos, con los que mantiene a sus cuatro hijos. Otro caso es el Carmen Durán, quien en la mañana cuida una señora y por las tarde acude al relleno sanitario para buscar objetos de cobre, que después vende a metaleras.
“Como no me da el dinero que gano cuidando a una señora, entonces decidió hace unos meses venir a buscar objetos”, expresó. Esta es la parte que ha tenido mayor aprovechamiento de esta obra.
Procesos para el relleno iniciaron en 2009
La iniciativa de construir un relleno sanitario surgió en la administración de Fausto Ruiz que en el 2009 pagó dos millones de pesos para los estudios de impacto. La obra asumida por la actual gestión fue levantada en 211 tareas en la comunidad de Soto.
Los terrenos fueron adquiridos por un monto de RD$6,967,620.00 y por espacio de 40 años, las autoridades del municipio lo mantuvieron rentado a la familia Gómez de La Cruz.
