1.- A algunas personas el transcurso del tiempo las conduce al olvido de hechos de gran significación histórica; el avance de los años hace posible que pasen inadvertidos acontecimientos que han servido para marcar épocas de contenido político y relevancia socioeconómicas para la humanidad, o parte de ella. De ahí que muchas veces conviene recurrir a la memoria para rememorar acontecimientos que sirven de acopio, y como referencias para el análisis de episodios pasados que permiten explicar fenómenos sociales que se presentan en la actualidad.
2.- Es posible que, por olvido o desconocimiento, no esté presente en la conciencia de determinados grupos sociales lo que fue Cuba antes de la Revolución de 1959, y la actuación de Estados Unidos en la guerra contra Vietnam. Para que se comprenda como estos hechos influyeron en la política norteamericana y en América Latina y el Caribe, y qué relación tienen estos con el proceso democrático que se desarrolla en Venezuela.
3.- En vísperas de la revolución, las inversiones norteamericanas en Cuba alcanzaban ya cerca de mil millones de dólares, es decir, el 12% de todas las inversiones monopolistas yanquis de ese tipo en América Latina, exceptuando Venezuela, donde eran aún mayores. La compañía norteamericana de electricidad controlaba el 90% de la producción de energía y la compañía telefónica yanqui operaba en toda Cuba. A los monopolios norteamericanos pertenecían el 90% de la extracción de níquel, hierro, cobalto y otros minerales. Las 36 centrales azucareras más grandes de Cuba, en las que se realizaba el 40% de la producción azucarera, pertenecían a los capitalistas norteamericanos, así como cerca de dos millones de hectáreas de la tierra más fértil, es decir, una cuarta parte de las tierras cultivadas. El comercio exterior dependía en un 75% de las importaciones y exportaciones a Norteamérica. La balanza comercial era desfavorable para Cuba.
4.- En su oportunidad, el presidente Kennedy, refiriéndose a Cuba, declaró: “Yo creo que no ha habido ningún otro país en el mundo, incluyendo a cualquiera de los países sometidos a la dominación colonial, en donde la colonización económica, la humillación y la explotación hayan sido peores que en Cuba, a causa de la política de mi país durante el régimen de Batista. Yo creo que nosotros sin darnos cuenta, hemos originado, construido y fabricado todas las piezas del movimiento castrista”.[i]
5.- En un determinado momento, en el curso de la guerra de Vietnam, un dirigente revolucionario latinoamericano, expuso lo siguiente: “La situación de los imperialistas norteamericanos en Vietnam del Sur es cada vez más desesperada. La hora de su derrota definitiva se acerca inexorablemente. Nada podrá salvar ya a los agresores: ni sus 30.000 soldados y oficiales que toman parte en la guerra abyecta contra Vietnam del Sur al lado de los 600.000 soldados del ejército pelele; ni la VII flota con su centenar de barcos y sus 600 aviones, que realizan agresiones piratas desde el mar; ni las 300.000 toneladas de material de guerra enviadas a Vietnam del Sur desde 1954; ni los dos millones de dólares invertidos diariamente por los imperialistas norteamericanos en el sostenimiento de esta inmunda guerra. Tampoco servirán de nada los continuos cambios de peleles en Saigón, ni las bombas de Napalm, ni la guerra química contra la población pacífica”. [ii]
6.- En lo que respecta al triunfo de la Revolución Cubana, esta trajo como consecuencia positiva para América Latina y el Caribe, que la lucha liberadora cobrara más ímpetu en la base social del accionar político; amplió el movimiento democrático y popular con la incorporación de nuevos actores de la intelectualidad, el estudiantado, la clase media y la burguesía nacional; elevó el nivel organizativo y de combatividad de los obreros y campesinos. Además, el imperio trató de presentarse perfumado, humano y generoso, simulando que había dejado de ser lo que siempre había sido. Llegó hasta el punto de ponerse temeroso porque luego de la Revolución Cubana, sus inversiones disminuyeron de 300 millones en 1959 a sólo 64 en 1965.
7.- En lo que toca a la guerra de Vietnam, y la derrota, la política guerrerista de los halcones cambió de método, y fue cuando el imperio levantó, hipócritamente, bajo la administración de Carter, la bandera de los derechos humanos, y se presentó con una política perfumada simulando que había dejado de ser, lo que siempre había sido en la línea de la política agresiva, injerencista y desestabilizadora.
8.- Combinando el triunfo de la Revolución Cubana y la derrota de los Estados Unidos en Vietnam, con el proceso democrático que se desarrolla en Venezuela, así como los diferentes gobiernos de igual naturaleza surgidos en los últimos años en América Latina y el Caribe, podemos llegar a la clara conclusión de que la situación en la presente coyuntura, y partiendo de la correlación de fuerzas en la actualidad, tanto a nivel mundial como en nuestra región, el escenario favorece a la Revolución Bolivariana, dependiendo todo de la dirección política de ligazón con las masas y las respuestas que pueda dar el gobierno a la investida del imperio y la minoría nacional venezolana.