Un ventarrón, acompañado de granizada y fuertes lluvias, destruyó cinco viviendas y otras 29 fueron afectadas parcialmente.
Mientras otras 700 quedaron anegadas por las aguas que se registraron el sábado en Santiago y otros pueblos del Cibao. Los mayores daños fueron ocasionados en el barrio Duarte, El Acueducto, Ñico Lora y en la autopista Joaquín Balaguer.
Los fuertes vientos derribaron árboles y dejaron sin techo varias casas.
La anciana Paulina Pérez, una de las afectadas, narró que al sentir cómo el árbol cayó en su vivienda con el ventarrón prácticamente le dio un ataque.
“Lo único que pude hacer cuando escuché todo fue ponerme a llorar y gracias que mi hija estuvo cerca de mí no me morí”, apuntó Pérez.
En la calle Ñico Lora dos casas fueron destruidas, otras dos en El Acueducto y una en el sector San Miguel de este municipio. Otras nueve sufrieron daños parciales y 400 casas fueron anegadas en Navarrete.
En el municipio de Pula, 200 viviendas quedaron inundadas por las lluvias. La mayoría de desplazados aún permanecen en casa de amigos y vecinos.
Por su parte, el director de la Defensa Civil, Francisco Arias, dijo que con las de Navarrete suman 30 las viviendas destruidas en la provincia producto de los aguaceros en la región Norte.
“Nosotros desde el mismo momento que ocurrió el ventarrón en este municipio nos trasladamos para junto a las autoridades de aquí brindarle asistencia a las familias afectadas”, indicó Arias.
Dijo que tan solo en el sector Hoyo de Bartola, la crecida del Arroyo de Gurabo hizo colapsar veinte casas.
