Vientres de vacas sin importancia paren becerros de raza

Que una vaca carezca de importancia en cuanto a su calidad o que sea lo que comúnmente la gente denomina “una vaca sin clase” no es un obstáculo para que pueda parir un becerro o becerra de buena raza.

Que una vaca carezca de importancia en cuanto a su calidad o que sea lo que comúnmente la gente denomina “una vaca sin clase” no es un obstáculo para que pueda parir un becerro o becerra de buena raza. La ciencia permite ya fertilizar un espermatozoide para sacar un embrión y luego ese embrión puede ser llevado a una vaca de poca calidad, obteniendo de ella la mejor cría. En ese caso, la vaca en la que se coloca el embrión lo que hace es que prácticamente “prestar” su vientre para que se realice el proceso hasta llegar a parir. De entrada pudiera parecer que estos avances están ocurriendo fuera de República Dominicana, pero no. En el Centro de Producción Animal, del Instituto de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf), ubicado en Pedro Brand, se trabaja en eso hace tiempo y resultados hay suficientes.

De manera normal lo que históricamente se ha conocido es que de una vaca se obtiene un hijo por año, pero con el proceso que se realiza en el centro del Idiaf se pueden lograr 60 becerros de una vaca cada año a través de un proceso que conjuga óvulos, semen, fertilización y embrión. “Lo que se busca es diseminar la vaca de excelente calidad”, dice el director del Centro de Producción Animal, Gregorio García Lagombra, cuando trata el tema con un equipo de elCaribe que visitó el lugar.

Los 60 becerros o becerras se obtienen a través de otros animales con un proceso en el que se les implantan los embriones. Las vacas receptoras no tienen necesariamente alta calidad genética. “Se implanta ese embrión y va a salir un animal con las mismas características del progenitor, es decir, de la vaca excelente y del gran toro excelente, pero no tiene nada que ver con la madre.

La vaca lo que hace es servir como receptora”, explica García Lagombra, mientras muestra aparatos de alta tecnología en el laboratorio donde se realizan los procesos.

El laboratorio de procesamiento de semen está listo y hay disponible alrededor de 700 pajillas de semen que se han ido vendiendo a los productores, aunque esto no se ha anunciado masivamente. El laboratorio no ha sido lanzado oficialmente.

También se está terminando la parte de trasplante de embriones, que es quizás el proyecto más importante del laboratorio. La inseminación artificial busca mejorar las razas de ganado y de paso lograr que República Dominicana produzca más leche de vaca. Según datos ofrecidos por García Lagombra, por cada preñez (por animal) el precio para el público ronda los 650 y 700 dólares.

Un grupo de expertos tuvo una visión clara

La idea de hacer un laboratorio de biotecnología reproductiva surgió de profesionales destacados de las áreas de servicio del Gobierno, entre ellas de la Dirección General de Ganadería, del Consejo de Fomento Lechero (Conaleche), Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales y del Consejo de Investigaciones Forestales, entre otras.

El concepto que se ha buscado no es solo el laboratorio. El proyecto incluye manejo de hatos, organización de registros y otros puntos.

Hay un equipo técnico especializado en diversos sectores y en adición a eso se requerirá de una batería de veterinarios para los procesos de inseminación que habrá que realizar.

El IDIAF se encargará de entrenar a los técnicos de la Dirección de Ganadería para que hagan las transferencias de embriones en el país completo y que así se pueda avanzar más en la ganadería. Sin embargo, para eso se requiere de vehículos y recursos.

García Lagombra informó que se ha presentado una propuesta al Conaleche, que incluye el tema “presupuesto”. La propuesta fue diseñada para tres años y para ese tiempo se planificó unas 5,000 preñeces.

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