En la playa de Boca Chica no sólo hay arena y mar

República Dominicana goza de un inigualable clima tropical, pero al llegar el verano la temperatura aumenta y se hace necesario buscar una alternativa para contrarrestar el calor propio de la estación.

República Dominicana goza de un inigualable clima tropical, pero al llegar el verano la temperatura aumenta y se hace necesario buscar una alternativa para contrarrestar el calor propio de la estación. Es por ello que las refrescantes aguas de la playa de Boca Chica se convierten en una formidable opción para neutralizar el calor. Ubicada a tan solo 30 kilómetros de la parte Este de la ciudad de Santo Domingo, ha sido bautizada por los capitaleños como “la playa del pueblo”, esto,  principalmente, por la cercanía con la capital.

En esta costa se goza a plenitud el aire puro y fresco del mar, pero la gente no viene solo a disfrutar de un refrescante baño, sino que es atraída por la gastronomía playera al estilo dominicano, tan variada que provoca en los visitantes la necesidad de retornar para disfrutar de los robustos y famosos yaniqueques, de la exquisitez de los mariscos, principalmente camarones y pescados, y “el poder” de los  plátanos y batata frita.

Además de sus aguas, los concurrentes realizan actividades deportivas, entre las que se destacan el voleibol y el fútbol. Otros prefieren dar un paseo en botes y pedalones. Este último puede ser  utilizado por pequeños y grandes.

Un factor determinante al momento de ir a la playa es la seguridad y en ese  sentido, Boca Chica brinda a sus bañistas total tranquilidad, por la presencia de personal de la Defensa Civil, la Policía Nacional y la Policía Turística y efectivos de la Marina.

Boca Chica es un icono histórico del turismo dominicano, durante décadas ha sentido la acogida que le brindan en todos los estratos sociales de la nación, y ha sido considerada la playa más cercana para la recreación de los capitaleños que no van solo a bañarse, sino también a disfrutar la gastronomía marina.

“El pescado frito de Boca Chica no solo representa a esa zona sino al país”, expresa con emoción y con tono agradable Naya Despradel, gerente de operaciones de OGM Central de Datos de Multimedios del Caribe, quien asegura que es el mejor de la isla. Esta comunidad cuenta además con el Parque Nacional Submarino La Caleta, ubicado en la localidad del mismo nombre. Es el lugar idóneo para que los amantes del buceo y el mundo marino entren en contacto con este hábitat, considerado entre los cinco mejores lugares de buceo en el Caribe. En las profundidades de sus aguas se puede apreciar una inmensa variedad de peces y corales, que embellecen su entorno natural. En el parque también está el Museo Etnológico y Arqueológico, donde exhibían osamentas taínas y objetos de esta raza extinguida.

Los antecedentes históricos

Se dice que Boca Chica fue desarrollada por el empresario Juan Bautista Vicini Burgos, quien a principios del siglo XX instituyó plantaciones de caña para la elaboración de azúcar, pero no fue sino hasta 1950, en la era del dictador Rafael Leónidas Trujillo que tuvo su mayor esplendor. Por mandato de Trujillo se edificó el primer hotel moderno de la zona llamado Hamaca, que más adelante se convirtió en un emblema  de ese territorio, y hoy en día se conoce como Hamaca Coral By Hilton. Gracias a la construcción de este hospedaje, personas adineradas empezaron a construir casas de veraneo en toda la costa, lo que influyó positivamente en la popularidad de este paraíso tanto a nivel nacional como internacional.
 
En el famoso hotel, Trujillo otorgó asilo al también dictador cubano Fulgencio Batista,  lo que provocó que ese edificio tuviera más preeminencia. En la década de los años 50 y 60, la playa era muy tranquila y aislada, pero después de los 70, el flujo de visitantes se fue incrementando, lo que la hacía cada vez más y más popular. Eso permitió que en la actualidad tenga el reconocimiento de ser la Playa del Pueblo. Con la muerte de Trujillo, el Hotel Hamaca cerró sus puertas al público poco tiempo después y en ese estado permaneció por más de 30 años. Luego, para 1990, volvió a abrir  sus puertas y así permanece hasta hoy.

Su nombre se debe al hecho de que al estar  situaoa en la bahía de San Andrés, se comunica con el mar por dos bocas, la más grande  es la que está al Oeste y es la que utilizan los pescadores para ir hacia el pueblo de Andrés de Boca Chica, y la otra boca, que es  la más pequeña, comunica el mar con la actual Boca Chica.

Entre hoteles, y los buscones

A parte de un sol resplandeciente, una playa  formidable y una atmosfera que refleja lo extraordinario de la naturaleza, Boca Chica cuenta con establecimientos que ofertan souvenires  que tipifican la cultura y las costumbres del país, para que los turistas que nos visitan tengan  un recuerdo maravilloso de las vivencias experimentadas.

Restaurantes, hoteles, aparta hoteles, supermercados, remesas, plazas, gift shop, discotecas, comedores y bancos son algunos de los negocios que operan en la zona, lo que hace que sea uno de los destinos turísticos predilectos  de la sociedad dominicana.

También están los denominados buscones, que son personas que se ubican a la entrada de la playa y se encargan de brindar un trato personalizado a los que quieren tener mayores comodidades. Entre otras cosas, los buscones alquilan sillas y mesas con la salvedad de que los pescados fritos deben comprárselos a ellos, aunque en el fondo sean los mismos que venden las mujeres de las frituras.

La comida
El pescado frito es uno de los principales platos de la gastronomía playera que no solo representa a Boca Chica  sino al pueblo dominicano”.

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