Centros no cumplen el protocolo para tratar la chikungunya

Los hospitales y clínicas del país no están siguiendo el protocolo o guía para el tratamiento la chikungunya elaborado por el Ministerio de Salud Pública, lo que podría ser fatal para la vida de los cientos de pacientes que cada día abarrotan&#8230

Los hospitales y clínicas del país no están siguiendo el protocolo o guía para el tratamiento la chikungunya elaborado por el Ministerio de Salud Pública, lo que podría ser fatal para la vida de los cientos de pacientes que cada día abarrotan las emergencias de los centros sanitarios.

En un recorrido de elCaribe por hospitales y clínicas privadas del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo se pudo comprobar que los pacientes son “diagnosticados” con chikungunya de entrada, pasando por alto establecer el diagnóstico diferencial con el dengue y otras enfermedades, como la malaria y la leptospirosis.

En ninguno de los centros visitados se observó esfuerzo alguno por ahondar en las condiciones de las personas, y los cientos de pacientes que abarrotan las emergencias son diagnosticadas como chikungunya casi por moda. Incluso, el tratamiento indicado es casi exclusivo para esta enfermedad.

Excepto en casos de niños y pacientes entrados en edad cuyos familiares hacían la observación de que padecen de algún tipo de patología con determinado nivel de riesgo y que lleva algún tratamiento, las conclusiones del personal de salud es que “si tiene fiebre alta, le duelen las coyunturas y anda encorvado, es porque hay una altísima probabilidad de que tenga chikungunya”.

Por el hecho de no acatar el protocolo establecido por el Ministerio de Salud, en las clínicas privadas se están aplicando a los pacientes medicamentos con acción analgésica y antiinflamatoria sin haber descartado el dengue, con el agravante de que el dengue no se trata con dichos fármacos. Las guías clínicas son para establecer un patrón de tratamiento aplicable a los pacientes para alcanzar un alto porcentaje de efectividad y elevar los estándares de salud de una población determinada.

En los países más desarrollados en el sector salud existen las guías clínicas y flujogramas de atención al paciente para establecer parámetros de conducta médica, que al ser seguidos por todas las instituciones de salud permiten mejorar el manejo de los casos.

Diagnóstico diferencial

La doctora Soledad Alonso observa que a pesar de la importancia de hacer el diagnóstico diferencial, es notoria la ligereza manifiesta en muchos centros de salud en el manejo de los pacientes.

“Por más que se quiera seguir el criterio epidemiológico, siempre debemos tener presente que aún tenemos una alta prevalencia de pacientes con dengue, enfermedad que ofrece un cuadro clínico extremadamente parecido a la chikungunya, y esto al parecer hasta el mismo personal de salud lo está obviando, y eso no puede ser”, sostiene.

Señala que en la guía clínica, que ha preparado el Ministerio de Salud para ser practicada en todas las instituciones de salud en sus diferentes niveles de atención del territorio nacional, se contempla la indicación de analíticas y el sólo uso del acetaminofén durante los primeros siete días del inicio del cuadro febril.
Alonso dice que lo primero que se debe hacer cuando una persona se presenta a un centro con dichos síntomas es indicar un hemograma para determinar la cantidad de plaquetas, y al cabo del tercer día el paciente debe volver a hacerse otro hemograma para que en caso de que las plaquetas se mantengan en el mismo nivel ir descartando el dengue, pero si las plaquetas bajan se descarta la chikungunya y se va pensando en un tratamiento para el dengue.

“Pero en la práctica y ante tantos casos sospechosos de posible chikungunya lo que se ve es lo contrario, pues se están aplicando Antiinflamatorios No Esteroideos (Aine’s), es decir, medicamentos con acción analgésica, antiinflamatoria y antipirética sin antes haber indicado un hemograma que oriente en la menor probabilidad de que sea un paciente con probable dengue, en cuyo caso esos medicamentos el uso de Aines’s está contraindicado”.

No obstante, plantea que “ante la poca percepción de riesgo debido a la baja tasa de mortalidad de la chikungunya, se olvida que además del dengue, todavía seguimos teniendo pacientes con faringoamigdalitis aguda bacteriana, sepsis urinaria en niños, leptospira, por sólo citar algunas de las más frecuentes enfermedades que inician con fiebre y que con la simple indicación de analíticas ya son descartadas”.

Señala que ello se agrava debido a que cuando en un lugar determinado se presentan casos de fiebre de inmediato la población, sobre todo los familiares, deciden etiquetar la situación con respecto a “la enfermedad de moda”, lo que es avalado por la práctica de muchos centros de salud.

“Estos centros que no siguen un protocolo de trabajo ni siquiera están indicando analíticas y usan medicamentos sólo paliativos sin hacer el diagnóstico diferencial, y con ello incentivan a que la población decida quedarse en sus casas automedicándose, poniendo así en riesgo su salud y posiblemente hasta sus vidas”, subraya.

El protocolo

El 19 de mayo pasado, el Ministerio de Salud Pública presentó la guía para el manejo y tratamiento de la chikungunya, con lo que se convierte en el primer país de la región de las américas que trabaja un guía para la atención en los centros públicos y privados de servicios.

Al presentar la guía, el ministro Freddy Hidalgo Núñez explicó que la guía también establece los lineamientos para la detección precoz y la oportunidad del tratamiento, de acuerdo a las necesidades individuales que se presenten.

Población se automedica con fármacos inadecuados

La doctora Soledad Alonso alerta que el peligro de no seguir el protocolo radica en que manda una mala señal a la población, que de hecho en gran parte tiene la tradición de automedicarse. Al respecto, subraya que en la mayoría de los casos la gente se automedica con fármacos no adecuados. “Como siempre se tienen conocidos que van a las clínicas privadas y les han administrado Antiinflamatorios No Esteroideos, creen que al tener “lo mismo” deben usarlos igual, dándose el caso de que cuando acuden a una consulta en la que el médico indica analíticas y prescribe acetaminofén, lo ven como un ignorante porque han visto usar otros medicamentos en otros lugares con los que sus conocidos se han sentido mejor. No entienden que estamos precisamente haciendo un diagnóstico diferencial y estamos protegiendo sus vidas. Pero esto, al parecer, no se le está explicando a los pacientes que acuden a los grandes centros de salud”, subraya.

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