Ante la intensificada politiquería de estos días, diera la impresión de que el país no tiene otros asuntos para atender, pero paralelamente nuestra sociedad sigue su rumbo de descomposición familiar y social. La falta de control y la crisis hogareña se refleja en algunas escuelas, donde jovencitas que deberían estar enteramente integradas al estudio y llevarse bien con sus compañeras, han protagonizado últimamente feos incidentes con navajas que podrían dejarles lesiones permanentes en el rostro. Uno de estos preocupantes episodios se registró en la escuela Mirador Norte en Los Guaricanos. La situación amerita la intervención de la policía escolar, así como de padres, tutores y profesores, no vaya a ser que la violencia allí tome proporciones trágicas.

Aunque todavía la “violencia en las escuelas” en República Dominicana no escandaliza a nadie, es necesario que las autoridades, educadores y orientadores trabajen activamente para prevenir situaciones que mañana pudieran ser mayores.

Y no es que actualmente las escuelas no confronten problemas de violencia o de conductas violentas graves que afecten a alumnos y hasta a profesores. Hay casos de educadores que se exceden con estudiantes, profesores agredidos por estudiantes o pleitos entre estos últimos.

Insistimos: no tenemos los cuadros violentos de otros países, en que las escuelas son una simple expresión de la violencia barrial. Muchachos tan indomables que sencillamente no pueden ser sometidos a la regla de disciplina mínima. El cine norteamericano caracteriza muy bien esas situaciones.

Pero hay preocupaciones. Muchachos que ni se imaginan en algunas escuelas públicas porque pueden ser sometidos al “dominio” de otros, que son aterrorizados o vejados, sea en el recinto escolar o inmediatamente después que lo abandonan. Situaciones que no pueden ser ignoradas por las autoridades educativas.

Hemos escuchado conflictos del barrio que se reflejan en el recinto escolar y actitudes violentas o relaciones opresivas de los más fuertes contra los débiles. Esas son expresiones de violencia que deben servir de advertencia a las autoridades.

Natali Faxas contó en este diario los hallazgos del “Estudio de prevalencia, tipología y causas de la violencia en los centros de estudios de básica y media en República Dominicana”, según el cual la violencia más frecuente entre estudiantes se manifiesta con agresiones, golpes, amenazas o intimidación y otro tipo de manifestaciones, como lanzarse objetos contundentes en ánimo caldeado.

La materia no está ausente de la agenda escolar, y en efecto, en junio de 2013 el Consejo Nacional de Educación aprobó unas normas para la convivencia armoniosa en los centros educativos públicos y privados.

La aprobación de ese documento, apenas hace algo más de un año, sugiere que es mucho lo que debe hacerse para implantar políticas efectivas de prevención y control de la violencia en las escuelas.

Todavía las autoridades no ven grandes problemas. Si no actúan a tiempo, los tendrán.