Santiago. La agudización de la crisis en el suministro de agua potable y la demanda de construcción de acueducto desató protestas en el distrito municipal La Canela, y en Villa Bao de Hato del Yaque.Los manifestantes se concentraron frente al local de la empresa de electricidad Edenorte para demandar del Gobierno buscar una solución a los graves problemas que padecen las citadas comunidades. “Ni agua, ni salud, mucho polvo y poca luz”, gritaban algunos mientras levantaban cubetas vacías en señal de demanda para poner fin a sus carencias.
Guillermina Martínez, de la junta de vecinos de La Canela, pidió al presidente Danilo Medina cumplir con la promesa de construcción de un acueducto. “Esta comunidad no sabe lo que es contar con agua potable y nos vemos expuestos a consumirla de donde aparezca”, indica Martínez, al advertir la mala calidad de líquido que deben comprar a los camiones- cisterna.
El generador eléctrico que permite brindar a veces un poco del vital líquido permanece apagado, por falta de energía eléctrica, según denunciaron los afectados, quienes indicaron que La Canela y Hato del Yaque dependen del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillado (Inapa). Ramón Liz dijo que en 60 años que lleva residiendo en la comunidad de Hatillo San Lorenzo no ha visto una gota de agua que llegue por las llaves instaladas por los comunitarios.
Problemas similares enfrentan las comunidades de Platanal y Capilla, limítrofes con el municipio Navarrete. Liz dijo que muchas veces tienen que pagar entre 50 y cien pesos a los camioncitos para llenar los tinacos o barricas. También en las comunidades de la zona Norte de Santiago se quejaron de la agudización de la crisis.
En sectores como Jacagua apenas reciben agua una y dos veces a la semana. Debido a la problemática, los embalses Tavera-Bao siguen reduciendo su capacidad de almacenamiento. Ayer, según las autoridades, Tavera se encontraba en 313.70 metros cúbicos.
