En San Juan, Azua, Peravia y SC la gente votó y se divirtió

En el desarrollo del proceso de votaciones de ayer en las provincias San Juan, Azua, Peravia y San Cristóbal, hubo tantos elementos conjugados que resultan suficientes para hablar del tema por muchos días.

En el desarrollo del proceso de votaciones de ayer en las provincias San Juan, Azua, Peravia y San Cristóbal, hubo tantos elementos conjugados que resultan suficientes para hablar del tema por muchos días. Hubo gente que se levantó temprano para ejercer su derecho y terminó votando tarde (por retrasos en el inicio); otros que comenzaron a beber desde las primeras horas del día, anticipándose a la victoria de su candidato preferido; algunos que denunciaron compras de cédulas, aunque no aportaron pruebas; varios que se mojaron por los chubascos que cayeron y otros que se vieron expuestos a un sol tan fuerte que parecía ideal para secar cacao o ropa.

En fin, así transcurrieron “las cosas” y como elemento común en las cuatro provincias citadas resaltó la tranquilidad en los recintos donde se juntaron electores de todos los bandos y colores. Al menos hasta las seis de la tarde no se habían reportado incidentes en ninguno de ellos. En pocos de los colegios electorales se inició la votación a la hora que se había previsto (6:00 de la mañana) y en las cercanías de algunos de ellos se hizo poco caso o ninguno a la disposición que prohíbe la venta y consumo de alcohol desde las 24 horas anteriores al proceso para elegir las autoridades nacionales (Presidente, senadores, diputados, alcaldes y regidores). Eso ocurrió en varios sitios y uno de ellos fue el parque ubicado frente al Liceo Antonio Ramírez, de Azua, donde por la cantidad de sillas ubicadas, las neveritas cargadas de hielo que llegaron todo el día y las botellas que se vieron cruzar, antes que concluya el proceso electoral había algunos individuos (incluyendo mujeres) con el “síndrome del borracho”. En otro punto geográfico, antes de las once de la mañana una de las mujeres presentes “tenía el pico como un tirapiedras”, según confesó ella misma, hablando con toda soltura en las afueras de la Escuela Básica Guanábano, de Azua, frente al equipo de prensa de elCaribe que recorrió la zona cubriendo las incidencias de las elecciones 2016.

A pesar de episodios como ese la gente tomó con seriedad las votaciones, en lo referente a que “hay que cumplir con ese deber de ciudadano”. Muchos de los recintos estaban tan repletos que se hacía difícil la circulación por ellos. En otros no ocurrió lo mismo, como en el caso de una escuela de Baní en la que a las 3:00 de la tarde los delegados de la Junta Central Electoral (JCE) y de los partidos políticos se dieron el lujo de “tomarlo con tranquilidad”, porque a esa hora los votantes prácticamente habían acudido todos y según testimonios en ningún momento de la jornada hubo congestión.

En las provincias San Juan, Azua, Peravia y San Cristóbal estaban hábiles para votar (entre todas) 816,688 personas. Varios observadores acreditados elogiaron el proceso, a pesar de que en principio el personal que trabajó por la JCE y los escáneres “no se entiendían”. Esa fue una de las causas del retraso en la mañana. Por ejemplo, en las mesas electorales de la escuela Enriquillo (sector Quijá Quieta, San Juan de la Maguana), a las 7:40 de la mañana no se había marcado la primera boleta electoral y eso generó quejas entre quienes madrugaron.

Los policías que debieron cuidar celulares ajenos

A pesar de la advertencia de que no se podía llevar celulares a los centros de votación, a muchos de los votantes el mensaje no les llegó. Eso hizo que algunos agentes policiales tuvieran que realizar la función de “cuidadores de teléfonos caros” para facilitarle “la cosa” a quienes llegaron con esos aparatos. Otro punto al que no se hizo caso en diversos pueblos fue el que sugería “votar y marcharse a casa”. En los alrededores de los colegios de San Cristóbal la gente se amontonó y “bebió”.

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