Tristeza y muchas interrogantes es lo que ha dejado a los familiares con su muerte, el abogado y comunicador Luis Ferreras Rossó, cuyo cuerpo fue encontrado ayer en el río Ozama, luego de haber estado desaparecido durante tres días. La noche del viernes su cuerpo fue trasladado desde la ciudad de Santo Domingo hacia el distrito municipal de Villarpando, de la provincia de Azua, su tierra natal y el lugar donde lo velaron.
Allí, en una humilde casa ubicada en la calle Sánchez esquina José Francisco Peña Gómez, un grito desesperado se escuchaba más alto que el llanto de todos los demás, era el de su madre Carmen Rossó, quién no paraba de clamar a «su Amilcar», apodo con lo que sus allegados conocían a Ferreras Rossó.
«Ahora a quién llamo, mi Amilcar, mi hijo, te me fuiste, te voy a necesitar», repetía afligida la madre del fallecido, quien dejó tres hijos menores de edad en la orfandad.
Pero la muerte de Ferreras Rossó, de 43 años, no solo ha generado tristeza y asombro entre sus familiares, sino también entre personas del pueblo, quienes a pesar de haber recibido la advertencia de que el cadáver debía ser enterrado lo antes posible, luego de que les fue entregado, esperaron horas con el cuerpo en casa de sus dolientes.
Sin embargo a las 4:30 de la mañana, los parientes se vieron obligados a sacar el ataúd de la casa y llevarlos al cementerio municipal de Villarpando, donde finalmente Ferreras Rossó descansaría en paz.
«Dios, ya que dejaste que pasara esto, por favor, concédele la paz señor, él se lo merece, porque no fue una mala persona, nunca le hizo mal a nadie», imploraba una de las mujeres entre la multitud que a pesar de la oscuridad, acompañó el cuerpo de Ferreras Rossó hasta su última morada.
Aunque no se ha conocido de forma oficial las causas de muerte del abogado y comunicador, los resultados preliminares de los estudios forenses indican que el cuerpo no presentaba signos de violencia física, razón por la que creen, Ferreras Rossó se suicidó.
Los familiares del fallecido no encuentran motivo aparente que llevaran a Ferreras Rossó a tomar esa decisión, sin embargo hay versiones de que el mismo estaba sin empleo desde hace nueve meses y que estaba esperando un nombramiento del gobierno que le habían prometido en el Partido V República, debido a los trabajos que realizó en esa organización que apoyó la reelección presidencial de Danilo Medina.
Allegados a la familia dijeron que dicha promesa no le fue cumplida a Ferreras Rossó, lo que le generó una depresión que le llevó a terminar con su vida.
El cuerpo de Ferreras Rossó fue encontrado el viernes en las cercanías del dique del río Ozama. El día de su desaparición fue el pasado miércoles cuando salió a las 11:00 de la mañana de su casa ubicada en el residencial Keisy 111, en Alma Rosa II, Santo Domingo Este.
Ese día Ferreras Rossó dijo a una trabajadora doméstica que saldría a comprar un coco de agua cerca de su residencia y nunca volvió.
Ferreras Rossó era e un activista comunitario y dirigente del Partido V República.
