Explorando petróleo en el Sur dominicano

Hace pocos días, el Gobierno dominicano, a través del Ministerio de Energía y Minas, dio a conocer que ha recopilado todas las informaciones relativas a la exploración petrolera en el subsuelo dominicano, exploración que data del año 1877 cuando&#82

Hace pocos días, el Gobierno dominicano, a través del Ministerio de Energía y Minas, dio a conocer que ha recopilado todas las informaciones relativas a la exploración petrolera en el subsuelo dominicano, exploración que data del año 1877 cuando William Gabb escribió su primer reporte sobre la presencia de petróleo en el arroyo Higüerito, al noroeste de Azua, reporte que motivó que en el año 1905 la compañía petrolera Lancaster & Kreider perforará el pozo Higüerito I, el cual todavía puede ser visitado en la ruta hacia la comunidad de Peralta.

Desde 1905 han sido muchos los intentos de empresas privadas en perforar el subsuelo dominicano en la búsqueda del preciado oro negro que ha logrado transformar a la sociedad mundial desde los inicios del siglo 20, pero aunque en el año 1939 fue perforado un exitoso pozo de petróleo en la comunidad de Maleno, al noroeste de Higüerito, allí nunca hemos ejecutado un pozo profundo que pueda determinar si lo que hemos cortado en Higüerito y en Maleno han sido bolsones superiores por escapes de hidrocarburos desde niveles inferiores de altas presiones hacia niveles superiores de menores presiones, gracias a poros y fracturas, pues ambos pozos exploratorios han tenido profundidades inferiores a los mil pies, y en materia de exploración petrolera esos son pozos exploratorios para aguas subterráneas y no pozos para exploración petrolera.

Desde el pasado año 2015 se conocía que el Ministerio de Energía y Minas había contratado a una empresa de prestigio internacional para agrupar todas las informaciones disponibles sobre las viejas exploraciones petroleras en el subsuelo dominicano, a las cuales se sumarían todas las informaciones geofísicas de reflexión sísmica obtenidas en programas exploratorios recientes desarrollados en las costas dominicanas, y al superponer los datos geológicos, estructurales y geofísicos, con los resultados de múltiples sondeos exploratorios, han llegado a la conclusión de que nuestra nación cuenta con seis zonas potenciales para la presencia de hidrocarburos, siendo ellas las zonas de: Azua, bahía de Ocoa, valle de Neiba, valle de San Juan, cuenca de San Pedro de Macorís y cuenca del Cibao Oriental entre San Francisco de Macorís y bahía de Samaná.

En nuestra opinión, de estas seis zonas, las tres zonas con mayores posibilidades petrolíferas son: la zona norte de Azua, entre Higüerito y Maleno, por los antecedentes exitosos antes citados, aunque se ha tratado de pozos someros; la zona de la bahía de Ocoa, por ser la extensión marina de la plataforma estructural plegada del valle oriental de Azua y que se expresa muy bien en las rocas sedimentarias plegadas de El Número; y la bahía de Neiba, por ser la zona de convergencia entre la falla Oriental de la Beata y la falla regional de Enriquillo, zona donde se han generado altos niveles de fracturamientos que inducen una altísima porosidad secundaria potencial para la acumulación de hidrocarburos, y donde existe una zona de empujes desde el suroeste que genera fuertes plegamientos que pueden convertirse en trampas estructurales para los hidrocarburos.

Ahora falta que el Gobierno dominicano dé un paso al frente y logre obtener algunos recursos económicos o convenios de exploración que permitan perforar 2 pozos profundos en la zona norte de Azua, 2 pozos profundos en la bahía de Ocoa y 2 pozos profundos en la bahía de Neiba, ya que si Venezuela, ubicada al sur del mar Caribe, cuenta con el mayor depósito petrolífero del continente americano, y lo explota; si el golfo de México, ubicado al oeste del mar Caribe, cuenta con el segundo depósito petrolífero más grande del continente americano, y es explotado por Estados Unidos y México; si Cuba, ubicada en la zona noroeste del mar Caribe, cuenta con importantes reservas de petróleo, y las explota; y si Trinidad, ubicada al sureste del mar Caribe, cuenta con grandes depósitos de petróleo, y los explota, ¿por qué debemos ser tan pesimistas en relación al subsuelo dominicano y pensar que uno de los pocos sitios del mar Caribe que carece de hidrocarburos es el subsuelo dominicano?, y ¿por qué, no obstante tener 140 años leyendo reportes sobre el petróleo de Azua, y tener siglos viendo ese petróleo brotar y correr de manera natural desde el subsuelo de Azua, el Estado Dominicano no le presta la debida atención y procede a buscar la necesaria inversión para la exploración y posible explotación?

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