Esperaban una Navidad tranquila, pero los habitantes de la isla de Chiloé, en el sur de Chile, debieron dejar los preparativos de las festividades y las visitas a la playa tras un terremoto de 7.6 grados que les obligó a salir corriendo.
No se produjeron muertos ni heridos y tan sólo hubo algunos daños materiales, pero las autoridades emitieron inicialmente una alerta de tsunami aunque la cancelaron después.
El fuerte terremoto de magnitud 7.6 estremeció el sur de Chile a mediodía del domingo, sorprendiendo a una población todavía despertando en medio de la resaca de la celebración de la noche anterior y en una zona poco acostumbrada a temblores, al contrario de lo que sucede en el norte del país.
La Armada de Chile activó pero posteriormente canceló un alerta de tsunami en la región de Los Lagos y decretó una de precaución para la mayoría de las playas del Sur.