Ruta extendida

Frotarse las manos y fruncir el ceño son dos reacciones que reflejan el estado anímico de una persona en un determinado momento, y muestran temperamentos opuestos. En el primer caso se refleja alegría y en el segundo preocupación. Pasar de un…

Frotarse las manos y fruncir el ceño son dos reacciones que reflejan el estado anímico de una persona en un determinado momento, y muestran temperamentos opuestos. En el primer caso se refleja alegría y en el segundo preocupación. Pasar de un estado a otro conlleva tiempo, menos en el caso de la Odebrecht, que cuando tocó los linderos dominicanos hubo gente que estaba alegre, como el loro en el barco que se estaba hundiendo y se encaramó al mástil a mofarse de los pasajeros y tripulantes que se ahogarían. Y cuando el agua le tocó la cola no le quedó más que decir “nos ahogamos”. Los interrogatorios no se quedan en los funcionarios del Gobierno. Van más lejos. Los semblantes cambian.

Posted in Sin categoría

Más de sin-categoria

Más leídas de sin-categoria

Las Más leídas