La Asociación Dominicana de Profesores (ADP) es una de las más vigorosas sobrevivientes del desafortunado proceso de confrontación de la izquierda dominicana. En sus luchas internas por el control de esa organización, como por sus enfrentamientos con los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y de la Liberación Dominicana (PLD). Los maestros supieron mantener su gremio como un instrumento de defensa de sus intereses.
La ADP creció como un fuerte sindicato con una comprensión de la realidad. Pasó por todas las fases, libró grandes batallas en tiempos difíciles y aportó sus héroes a la construcción democrática.
Las mejorías económicas y sociales del profesorado se deben en gran medida a su gremio. Pero pasa por una coyuntura que podría ser peligrosa, si su liderazgo no actúa con inteligencia. Los atisbos de actuación al margen del comité ejecutivo nacional son una amenaza negadora de la democracia interna, la cual fue desautorizada de manera poco sensata. El pleno de dirigentes debe con espíritu democrático, tolerancia y respeto solventar las diferencias y recobrar el camino de la unidad.
Debe apoyar el acuerdo suscrito con el ministerio de Educación por la mayoría del comité ejecutivo que encarna la autoridad interna. Al margen de cualquier radicalismo es un paso de avance. El 10% vigente a partir de agosto constituye un desembolso de RD$3 mil millones para los maestros.
23 puntos fueron consensuados por la comisión negociadora. Además, contempla incentivos entre un 17 a un 32% a partir de enero mediante la aplicación de la Evaluación por Desempeño; un viático mensual para los maestros que laboran en tres mil centros educativos rurales de difícil acceso, incluidos los que residen en las zonas marginales urbanas de Santo Domingo y Santiago.
Y otras mejorías a los jubilados, el seguro médico y proyectos como casa club a nivel nacional.
No ha sido todo lo que aspiraban. Pero es un avance. Ahora, el objetivo del pleno de hoy es poner fin a las diferencias, y rechazar las tendencias divisionistas.
Ahora debe primar la armonía y devolver con certeza la seguridad de que las clases no serán afectadas.
