Da pena creerlo, pero lamentablemente las estadísticas y estudios sobre violencia de género confirman que hay un engendro de brutalidad creciente en la conducta masculina.
Si como revela una encuesta realizada por la Oficina Nacional de Estadística, un poco más de dos tercios de las mujeres dominicanas ha sufrido algún tipo de violencia en algún momento de su vida, causada por su pareja o expareja, es fácil concluir en que se trata de una sociedad enferma, que requiere una terapia urgente.
La Encuesta Experimental sobre la Situación de las Mujeres, focalizada en violencia de género, realizada el año pasado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de la Mujer, partiendo de una muestra de 4,083 mujeres en todo el territorio nacional, revela que el 68.8% de las dominicanas de 15 años y más han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de su vida por parte de su pareja o ex pareja. El estudio enfatiza en que la situación se extiende al ámbito familiar, laboral, educativo y comunitario.
El director de Censos y Encuestas de la ONE, Francisco Cáceres, al ofrecer los datos del estudio detalló que la violencia ejercida por la pareja actual o ex pareja es la que tiene mayor prevalencia, alcanzando un 41.8% y un 34.5% en los doce meses anteriores a la encuesta. Eso quiere decir que la tendencia de ese comportamiento negativo es creciente y que los programas, iniciativas, llamados y otros mecanismos e instrumentos utilizados en busca de disminuir la violencia contra la mujer, han sido inútiles.
Otro aspectos preocupante arrojado por la encuesta es el que da cuenta de que la violencia de género ocurre en todos los niveles socioeconómicos y que contar con mayores ingresos o un mayor nivel educativo no es un factor que protege contra la violencia y que las jóvenes entre 15 y 29 años son más propensas a sufrir algún tipo de agresión.
Todos los factores agregados desembocan en situaciones agravantes, que elevan la vulnerabilidad en que se encuentra la mujer dominicana en el tema de la violencia.
Y la pregunta obligatoria es ¿hasta cuándo se mantendrá esa situación?
