Tras ocho meses estancado se pudo iniciar ayer el juicio de fondo contra Donni Santana, acusado de abuso sexual contra su hijastra.
Las juezas del Segundo Tribunal Colegiado, fueron apoderadas para conocer el caso en febrero pasado, sin embargo, el mismo no se había podido comenzar por múltiples razones, entre ellas una operación a la que se sometió el imputado.
Además, la falta de traslado de Santana desde el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís, donde cumple prisión preventiva, hasta la sala de audiencias y la incomparecencia de sus abogados han afectado el proceso.
Lo más reciente fue la inhibición de dos de las magistradas que conocen el caso, la cual fue rechazada.
Claribel Nivar, presidenta del tribunal, y Yissell Soto dijeron que se apartaban del proceso ya que personas próximas al imputado se le acercaron para tratar de influir der manera positiva a favor del procesado y que “estos acercamientos podrían comprometer la credibilidad de la decisión que intervenga”.
Durante la audiencia de ayer se comenzaron a escuchar a los testigos que están pautados para comparecer en el juicio, el cual se desarrolla a puertas cerradas a petición de las partes.
De acuerdo con la acusación del Ministerio Público, Santana abusaba sexualmente de la hija de su pareja desde que la niña tenía la edad de once años.
También indica la documentación que Santana Cuevas aprovechaba las horas de la tarde, cuando la madre de la menor estaba fuera de casa trabajando, para someter bajo amenazas a la niña.
Supuestamente esa situación generó que la menor viviera en un terror constante y le causara traumas psicológicos que se manifestaban en un estado de cansancio constante y merma en sus calificaciones en el colegio y apatía.
En el caso de que las juezas acojan la acusación presentada por el Ministerio Público, Santana podría enfrentar una condena de hasta 20 años de prisión por incesto.
