La toma de posesión de las autoridades municipales, con la presencia de nuevas caras, plantea una realidad distinta en los gobiernos locales.

Como siempre, los verdaderos líderes llegan llenos de un ánimo colaborativo, de servicio social y con muchas ideas.

A estas autoridades les ha correspondido asumir la responsabilidad en un momento que no podía ser más difícil, dramático: la presencia del coronavirus.

Como ellas mismas advierten, sus planes iniciales estarán muy condicionados por esa realidad, que sin embargo tiene un componente que no es ajeno al afán comunitario.

Una de las maneras más eficaces de contrarrestar el coronavirus es la limpieza, el aseo. Mantener limpias las calles, avenidas, caminos, parques y todas las áreas de uso ciudadano, es parte de su trabajo y pasa a ser prioridad mayor.

Eso implica evitar el cúmulo de desechos, recogerlos y disponer de ellos en un adecuado destino. Y más que recogerlos, impulsar un programa bien específico de desinfección.

Asimismo, en los mercados agropecuarios no siempre se aplican las reglas de rigor para mantener la sanidad y la seguridad. Más allá de cobrar los arbitrios, el municipio puede realizar una magnífica labor de mejoría de las condiciones de higiene y los estándares de calidad de los productos. Siempre que entiendan que pueden jugar un papel proactivo por la salud ciudadana.

Un componente clave para combatir la COVID-19 es la labor de educación ciudadana. Los municipios pueden ayudar, de manera muy específica, a detalle, en hacer que los pobladores comprendan la importancia de seguir las orientaciones de las autoridades nacionales de Salud Pública.

Asimismo, el municipio es un ente de primer nivel para el cumplimiento de las restricciones impuestas por el estado de emergencia en la República. Con su colaboración, los ciudadanos pueden entender la necesidad de respetarlas, en particular, el toque de queda.

También, el municipio puede ayudar a que no se realicen algunas actividades que afectan el buen desenvolvimiento de las ciudades en estos tiempos, como es la apertura de ciertos establecimientos no autorizados.

Para comenzar, los alcaldes y regidores tienen una agenda muy especial para contener el principal problema de los dominicanos en este tiempo.

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