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Buena decisiónSeñor director: La vida cotidiana generalmente nos envuelve a todos en los trajines diarios que nos atañen, así dejamos de percatarnos de hechos y actividades importantes como de otras pequeñas que encierran…

Buena decisión

Señor director: La vida cotidiana generalmente nos envuelve a todos en los trajines diarios que nos atañen, así dejamos de percatarnos de hechos y actividades importantes como de otras pequeñas que encierran un gran valor trascendental, las cuales debemos apoyar cuando son correctas o censurar cuando lo amerite.

La pasada semana dentro de las actividades de la celebración del Día del Árbol, los ministerios de Educación y Medio Ambiente iniciaron un proyecto conjunto tan inteligente como estratégico, con el cual “…cada estudiante sembrará 10 semillas de plantas frutales, y/o especies vegetales endémicas y nativas propias del ecosistema en el que habite, las cuales cuidará hasta su crecimiento, contribuyendo con la protección al medio ambiente”.

Esta acción es un sabio giro metodológico en las metas de cada ministerio al integrar activamente a las próximas generaciones en el arte de “aprender haciendo”, conduciendo el proceso de la enseñanza mediante la experiencia propia, aprendiendo de sus propios errores, potenciando su amor por el tema y elevando los niveles de comprensión y compromiso.

El innovador proyecto conjunto, siembra en terreno fértil el amor y el respeto por el medioambiente mediante el “acompañamiento de las jóvenes semillas en su crecimiento” y sin percatarse los estudiantes crecerán juntos a sus plantas en un vínculo indisoluble de amor consciente.

La ocasión es oportuna para introducir a las nuevas generaciones en toda la temática ambiental que representa el accionar del hombre en el planeta Tierra, del cual nos creemos dueños y es todo lo contrario, empleando el ingenio de llegar al seno de la familia dominicana con su mensaje de conservación a través de sus niños como lo dice la máxima cristiana.

Aplaudimos y celebramos la sinergia de los ministerios Educación y Medio Ambiente, al involucrar las generaciones futuras en el amor y respeto por el planeta, al comprometer a la familia dominicana completa (padres y hermanos) a bien recibir: “a los pichones cuando lleguen la casa con sus maticas” porque hasta el final de nuestros días esta isla-planeta es nuestra y su cuidado se deriva de la pertenencia.
Miguel A. Cabrera B.
Ingeniero ambiental

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