Miami, Florida – El Clásico Mundial de Béisbol vuelve a ser escenario de un nuevo capítulo en la histórica rivalidad entre Puerto Rico y República Dominicana en el diamante cuando ambas novenas disputan este miércoles su clasificación a los cuartos de final.

Puerto Rico y República Dominicana llegan al encuentro en loanDepot Park con marcas idénticas de 2-1, y el ganador obtendrá el segundo boleto del Grupo D ya que Venezuela aseguró el primer lugar al terminar invicta la primera ronda.

Las islas vecinas han protagonizado la rivalidad más grande del béisbol caribeño y a partir del 2006 con la celebración del primer Clásico Mundial de Béisbol, la misma ha cobrado aún mayor importancia en la máxima vitrina de este deporte con la participación de las estrellas de Grandes Ligas.

«Hemos tenido muchos juegos interesantes en que han batallado ambos equipos junto a sus fanaticadas entusiasmados por el juego», indicó el manager de la novena boricua Yadier Molina. «Obviamente tenemos muchos amigos en el equipo dominicano. Mi respeto hacia ellos, pero estamos compitiendo y vamos a ver que pasa el miércoles».

«Para nosotros va a ser el juego más importante del torneo, así que vamos a estar listos para eso», agregó el ex receptor de los Cardenales.

Al igual que Molina, Rodney Linares, manager de República Dominicana, ha sido muy parco a la hora de hablar sobre el esperado duelo en medio del torneo, pero ya el martes reconoció que no habrá mañana si no salen airosos.

«Si perdemos, no nos movemos a la siguiente ronda. Va a ser el partido más importante, considerando la rivalidad contra Puerto Rico y los buenos jugadores que tienen», sostuvo Linares.

En la historia de los Clásicos Mundiales, los quisqueyanos han ganado tres de los cinco enfrentamientos ante los boricuas. En el 2006, Puerto Rico se impuso por 7-1 en la segunda ronda realizada en San Juan, Puerto Rico.

En el 2009 sus caminos no se cruzaron, pero en 2013 chocaron en tres ocasiones resultando en tres victorias para los dominicanos. En la primera ronda se impusieron por 4-2 y luego en la segunda ronda los blanquearon por 2-0 antes de toparse de nuevo en el partido de campeonato que terminó 3-0.

Cuatro años más tarde, Puerto Rico se desquitó con una victoria por 3-1 en la segunda ronda en ruta a la conquista de su segundo subcampeonato al hilo.

«Esas derrotas del 2013 fueron una pieza clave en nuestro enfoque para poder ganarle a Dominicana ese juego tan importante en 2017», recordó el retirado receptor René Rivera, quien formó parte de la novena boricua en ese evento. «Pero sea Serie del Caribe, Clásico Mundial, Juegos Panamericanos o Juegos Centroamericanos y del Caribe, siempre existe esa rivalidad y siempre se buscará salir a ganarle a nuestros hermanos dominicanos mientras tengamos béisbol».

«Es una rivalidad de familia. Creo que los dominicanos y los puertorriqueños nos hemos unidos… somos familia por ser vecinos», agregó Rivera, quien vio acción en el béisbol invernal dominicano. «El béisbol es caliente, pero siempre la hermandad va a estar. El fanático ve esa guerra de dos países, pero en realidad (los jugadores) lo hacemos por el país de nostros. Jugamos fuerte, pero al final de todo somos hermanos y que el gane el mejor».

El dominicano David Ortiz, miembro del Salón de la Fama del Béisbol, ha vivido de cerca la candente rivalidad tanto en Series del Caribe –especialmente en las ediciones del 1999 y 2003 que se realizaron en Puerto Rico– como en el Clásico Mundial, pero consideró que es como un duelo entre hermanos.

“Cuando yo jugué, me di a conocer en el mundo del béisbol en las Series del Caribe en Puerto Rico. Para mí, esa competencia con Puerto Rico es una hermandad», dijo Ortiz. «Esto es de familia y cuando juegas contra tu hermano, quieres ganarle. Y el hermano tuyo te quiere dar duro también».

Por: Roberto Colón

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