La película con James Harden como protagonista comenzó a rodarse desde que Houston fue eliminado en la pasada postemporada por los Lakers de Los Ángeles.

Aún no termina. El cierre del proceso es desconocido, pero el final de la misma difícilmente sea con el copioso anotador en el uniforme de los Rockets. Todo indica que Harden hará hasta lo imposible por salir del conjunto con sede en el estado de Texas, donde se ha dado inicio a un proceso que en su esencia asusta a los jugadores como el defensa que tira a la zurda y que se llama renovación.

Houston tiene que transformarse. El proyecto que arrancó con Mike D´Antoni como dirigente no rindió los frutos esperados. Chocaron con un muro de contención llamado Golden State. No todo fue pérdidas porque en 2017-18 los Rockets terminaron con la mejor marca de la liga, Harden fue el Jugador Más Valioso, pero siquiera pudieron llegar a la final para luchar por el título.

Movimientos de salida

D´Antoni está en Brooklyn como asistente; quien fuera el hombre fuerte de operaciones, Daryl Morey, se marchó hacia Filadelfia, Russell Westbrook fue cambiado a Washington y así por el estilo, la escuadra de los Rockets ha ido tomando otro camino.

¿Harden, a sus 31 años, estará interesado en perder una o dos campañas en un equipo sin oportunidad real, cuando puede presionar para que lo manden a una escuadra con chance de pelear por un anillo? Es poco probable que se incline en Houston.

De hecho, Harden se ausentó de la primera práctica del equipo, que estrenará un dirigente en Stephen Silas. Está en su derecho, puede alegar un sinnúmero de justificaciones, especialmente ante el protocolo del coronavirus, pero esa actitud también encaja en el perfil de un jugador que no está a gusto y busca ganar tiempo para presionar un canje.

Harden ha sido vinculado al equipo de Brooklyn, donde por coincidencia del destino está D´Antoni en la banca como mano derecha del dirigente Steve Nash. El mayor éxito de Harden ha sido bajo la tutela de D´Antoni. Y en los Nets se encuentran Kevin Durant, su antiguo compañero en Oklahoma, quien antes de lesionarse era de los mejores en la liga, y Kyrie Irving, un armador con mucho talento ofensivo.

Si el cambio se concreta, porque en la NBA esos negocios no son tan sencillos y mucho menos con un jugador que devengará un salario de 41 millones de dólares en venidera contienda, Harden estaría con un núcleo muy distinto, capaz de competir en la Conferencia del Este.

Un prolífero anotador y ha ganado varios premios

Harden lleva tres temporadas en línea como líder en puntos de la liga, incluido un promedio de 36.1 en 2018-19. Es un defensa tirador de seis pies y cinco pulgadas de estatura, nacido en Los Ángeles y estudió en la Universidad de Arizona State. Debutó en 2009-10 con Oaklahoma y en 2011-12 ganó el premio al Mejor Sexto Hombre. Tiene ocho viajes al Juego de Estrellas y en 2019-20 firmó con Houston por cuatro años y 171 millones de dólares.

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