Zacarías expresa que la medalla no le quita el hambre, aunque reconoce que está más cómodo ahora

El Pabellón de Levantamiento de Pesas del Parque del Este parecía una zona franca en pleno proceso de producción con unos 20 pesistas trabajando al unísono en una mañana de la presente semana.

Entre ellos estaban los medallistas olímpicos Zacarías Bonnat y Crismery Santana, la tres veces olímpica Beatriz Pirón y la campeona panamericana juvenil, Dahiana Ortiz.

Ellos, junto a sus compañeros de selección, habían llegado al país tras ganar 33 medallas, incluidas 13 de oro, en el torneo Manuel Suárez, en Cuba. La actuación permitió al equipo nacional clasificar 14 de sus atletas a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023. “Estamos en descanso activo, se trabaja con menos intensidad, menos peso, pero pararse no es una opción”, explica Bonnat, ganador de la presea de plata en Tokio en los 81 kilogramos.

El nativo de Bayaguana está lejos de la conformidad. “Tengo el doble de motivación que antes ya que es una realidad que puedo motivar a cualquier persona”, explicó. La medalla no le quita el hambre, aunque reconoce que está más cómodo ahora. Zacarías Bonnat recibió un premio de ocho millones de pesos por su logro en Tokio. “El proceso olímpico me hizo crecer, ahora soy más consciente de mi responsabilidad y estoy más conectado con mi familia”.

Tendrá que subir de pesos

El Comité Olímpico Internacional bajó la cantidad de levantadores de pesas para los juegos de Paris 2024 y eso obliga a la Federación Internacional a reordenar las categorías. Aunque los cambios no son oficiales todavía, la realidad manda a tomar decisiones.

Bonnat caería en una categoría varios kilos más arriba y por ellos compitió en Cuba en la categoría 89 kilogramos y a pesar del cambio logró las tres medallas doradas por arranque, envión y total. El cambio le sienta bien hasta en el humor.

“Afortunadamente tengo que subir de peso y eso me ayudará con las lesiones porque me ayuda bastante a reducir el impacto sobre mis articulaciones. Pesé 85 kilogramos pero me sentí bien en esta competencia porque no tuve que bajar de peso y eso me permite la recuperación más rápido”, explicó.

Pero el proceso de subir de pesos en el más alto nivel competitivo necesita algo de ciencia. “El aumento debe ser casi en su total de masa muscular. Las nutricionistas Yamel Guzmán y Patricia Brea me van guiando para subir de pesos de la mejor forma posible”.

Y hasta el humor sale ganando. “Ahora soy más feliz, bajar de peso afecta mucho el humor, pero esta dieta tiene más carbohidrato”. Conclusión: a nadie lo amarga un dulce.

Posted in Polideportivo

Más de deportes

Más leídas de deportes

Las Más leídas