Santiago. Robos y asaltos a mano armada se han vuelto una constante en algunos sectores del distrito municipal San Francisco de Jacagua; mientras la Policía Nacional apenas cuenta con tres camionetas y cuatro motores para vigilar la zona.

Además, solo tiene 90 agentes policiales en el destacamento ubicado en Los Salados para la vigilancia y patrullaje del citado distrito municipal donde habitan más de 40 mil personas, sumadas a las residentes en Los Salados, que también deben patrullar. El caso más reciente se produjo a plena luz del día el pasado lunes contra un hombre que debía viajar al día siguiente hacia los Estados Unidos, cuando delincuentes que se desplazaban en una motocicleta le quitaron cadenas, tres anillos y dos guillos, además de que le sustrajeron y botaron la llave del carro en que se desplazaba.

Robos y asaltos

En sectores como la calle Principal de San Francisco de Jacagua, que comunica con La Ciénega, Los Colones, Quinigua y la calle José Almonte ocurren con frecuencia atracos. En este último sector, le quitaron la motocicleta a un joven, a un adolescente le robaron el celular en la galería de su casa, al dueño de un taller de pintura también le hurtaron su teléfono celular, y al propietario de una cafetería le llevaron 18 mil pesos, todos los casos solo con días de diferencia.

El sacerdote Héctor Sánchez Díaz, párroco de la iglesia Santa Cruz, mostró preocupación por las denuncias de atracos que llegan a sus oídos, y dijo que en las reuniones que encabeza en los distintos sectores del distrito, les piden las haga temprano, alegando que están asaltando, y no pueden andar de noche por las calles. “Otro caso es cerca de la parroquia, los muchachos que se sientan frente al colmado me dicen que en la calle que da hacia el río para caminar incluso a la luz del día hay que tener cuidado, porque es un punto de droga activo y conocido, y por ahí ya las mujeres ni andan porque han atracado muchas veces”, denunció.

El teniente coronel Luzón González, comandante del destacamento Jacagua-Los Salados, quien solo lleva tres semanas en el cargo, expresó que lo han puesto al tanto de la situación, y que personalmente encabeza patrullajes y ha reforzado zonas vulnerables, no obstante, se ve limitado por la falta de vehículos y de personal, al recordar que es una zona muy grande, que incluye varias comunidades en las montañas. “Donde se han reportado casos me he enfocado más en esas áreas con los operativos y más presencia policial”, dijo.

Limitaciones por precariedad de equipos

Como parte de las estrategias de seguridad, el coronel Luzón González explicó que han destinado más vigilancia entre La Ciénega y Los Cocos, donde hay un espacio un poco solitario y que en horas de la mañana transitan muchas personas, al igual que al caer la tarde, momento que los antisociales aprovechan para cometer sus fechorías. Expresó que cuando le reportan casos, el mismo toma el vehículo de acción rápida y va a supervisar la zona. Dijo que no puede ser tan eficiente como quiere, debido a una deficiencia de unidades de vehículos, ya que a su llegada al destacamento encontró tres unidades en el taller y funcionando y solo cuatro motocicletas.

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