Bangkok.- Los jefes de la diplomacia de EE.UU., Mike Pompeo, y de China, Wang Yi, quienes coincidieron en Bangkok en la cumbre de países del Sudeste Asiático (ASEAN), evidenciaron este viernes sus amplias discrepancias comerciales, horas después del anuncio de Washington sobre la imposición de nuevos aranceles a Pekín.
Pompeo acusó a China de aprovecharse durante décadas de las facilidades comerciales concedidas a las empresas chinas, mientras que Wang acusó a los estadounidenses de tomar el camino incorrecto.
Las desavenencias entre China y Estados Unidos han marcado desde el inicio la cumbre en Bangkok de ministros de Asuntos Exteriores de la ASEAN y sus socios, que concluye el sábado con reuniones menores.
“Durante décadas China se ha aprovechado del comercio a costa de EE.UU. y de otros países en Asia. Esto tiene que acabar. El presidente (estadounidense, Donald) Trump dice que lo arreglará. Y arreglarlo requiere determinación”, dijo Pompeo durante un acto con la prensa en la capital tailandesa.
Las declaraciones de Pompeo fueron precedidas por el anuncio hecho la víspera por Trump sobre la imposición de tarifas arancelarias del 10 % sobre importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares a partir del 1 de septiembre.
“Lo que queremos es sencillo y los chinos llegaron a estar de acuerdo. Pero luego se echaron atrás (…) Había un acuerdo encima de la mesa que nos habría puesto en el buen camino”, añadió Pompeo.
El secretario de Estado estadounidense reprochó a Pekín que no compita de una manera “justa” y “transparente”, y le emplazó a retomar el principio de acuerdo para reanudar las conversaciones en la siguiente ronda prevista el mes que viene en EE.UU.
“¿Quieres de los otros un trato justo, equilibrado, recíproco? Cuando esto ocurra Asia crecerá, el Sudeste de Asia crecerá, la economía mundial crecerá. Pero no puede ocurrir cuando un país recurre al proteccionismo para proteger sus bienes y utiliza tácticas depredadoras para negar a otras economías la oportunidad de crecer”, manifestó Pompeo.
Por su parte, Wang Yi respondió con el rechazo de la política proteccionista y apuntó que este no es el “camino correcto” para resolver las tensiones entre ambos países.
“Añadir tarifas no es definitivamente una manera constructiva de resolver las fricciones económicas y comerciales”, manifestó el jefe de la diplomacia china a la salida de una reunión.
Por su parte, varios países de ASEAN expresaron durante la cumbre su “preocupación por las medidas de represalias” económicas anunciadas por EE.UU. al tiempo que reafirmaron su compromiso con el libre comercio, indicó el subsecretario permanente del ministerio tailandés, Arthayudh Srisamoot.
El conflicto entre EE.UU. y China también se vio reflejado en las reclamaciones soberanistas de Pekín en el Mar de China Meridional, una zona rica en recursos naturales que también demandan otros cinco países.
En este sentido, Pompeo alertó de la “coacción” del gigante asiático a los países vecinos, mientras Wang Yi demandó a las “naciones externas” -en referencia a Estados Unidos- que no interfieran ni “siembren desconfianza” entre las naciones implicadas.
Por su parte, el presidente de la Conferencia de la ASEAN, el ministro de Exteriores tailandés Don Pramudwinai, difundió un comunicado tras las reuniones del grupo en el que afirmaba que los ministros de la región “subrayaron la importancia de una aplicación plena y efectiva de la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional”.
Además, “enfatizaron la importancia de la no militarización y la contención en todas las actividades por parte de todos los demás estados implicados”, según el comunicado.
El pasado jueves concluyeron sin acuerdo en Shanghái las primeras conversaciones de alto nivel desde que Trump y el presidente chino, Xi Jinping, acordaran una tregua en la reunión del G20 de finales de junio por la que EE.UU. frenó la nueva imposición de aranceles y accedió a permitir la venta de productos de tecnología a la compañía tecnológica china Huawei.
Las tensiones entre EE.UU. y China tienen sus raíces en el desequilibrio de la balanza comercial a favor de China, que exporta 419.000 millones de dólares más de lo que importa desde Estados Unidos, y que Trump asegura que se debe a las injustas prácticas comerciales del gigante asiático.