El funcionario dijo que desconoce con qué interés se hizo y se puso a circular un documento que ha causado gran revuelo
El ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla, aseguró ayer que el Gobierno dominicano no tiene todavía una definición sobre el tema de la reforma fiscal y dijo que se está en un proceso de evaluación y estudio de alternativas.
“En este momento no hay nada definido respecto a la reforma, se están evaluando alternativas, se está consultando sectores e iremos al Consejo Económico y Social oportunamente, pero en este momento no hay definición”, dejó claro Macarrulla, funcionario que tiene en la actualidad posiblemente la mayor influencia en la estructura del Estado y es el principal soporte en la administración del presidente Luis Abinader, incluyendo el diseño de políticas públicas.
Dijo que –adicional a que no hay una definición sobre la cuestión- el Presupuesto de 2022 ya fue sometido al Congreso con su soporte financiero. “O sea, en este momento, todavía no podemos entrar en ningún tipo de detalle, porque también estamos analizando los resultados que estamos teniendo este año, que son espectaculares”, indicó.
Esos resultados son el fruto de no tener déficit fiscal acumulado. A septiembre, el déficit era prácticamente cero y se está proyectando que será apenas de 1 %, cuando originalmente los organismos multilaterales e instituciones de calificación de riesgo proyectaban un déficit de 4 o 5 % del producto interno bruto (PIB). “Vamos a tener un resultado espectacular y así, analizando todos los indicadores macroeconómicos al día de hoy y todo lo que se está proyectando a diciembre, eso nos lleva o nos impone una revisión de lo que tiene que ver con reforma fiscal, con presupuesto, porque realmente estamos teniendo un desempeño espectacular”, sostuvo Macarrulla en la Entrevista Especial de elCaribe y CDN, que en la parte televisiva duró 40 minutos y que luego se extendió más allá, hasta agotar el cronograma estipulado en el Almuerzo Semanal.
¿Entonces habrá dinero para la reforma policial, para salud y para educación, sin que se tenga más ingresos? Se le preguntó. Su respuesta fue: “Todo eso está en evaluación. Es muy probable que para toda la reestructuración, para todas las transformaciones que estamos prometiendo se necesite algún tipo de ingreso adicional, pero no es el momento para nosotros estar en esa discusión”.
Insistió en que el Gobierno ha tenido sorpresas muy favorables y pronosticó que el año terminará con reservas monetarias de entre 12 mil y 13 mil millones de dólares (el doble del mejor año que ha registrado la historia dominicana), inversión extranjera por más de 3,000 millones de dólares, con la deuda pública del sector público no financiero disminuida en más de 5 % y un crecimiento del 10 % de la economía -“y cuidado si un poco más”-, y posiblemente el mejor desempeño económico de Latinoamérica.
“Todo esto, en un año donde hemos tenido que enfrentar la coyuntura de la crisis sanitaria y a la vez hemos iniciado las transformaciones estructurales que esta sociedad demanda por años y que no habían sido atendidas por ningún gobierno”, expuso. En otra parte del diálogo dijo: “Ustedes saben el gran programa de transformaciones que tenemos en áreas vitales, como la salud, agua, migración, policía, transporte, etcétera. O sea, hemos tenido la habilidad de atender la coyuntura, lamentablemente producida por una catástrofe mundial, y nuestro programa de gobierno, diseñado con bastante anticipación y que trabajamos durante tres años, desde una unidad que creó el Presidente, en ese entonces candidato Luis Abinader, que se llamó Gabinete Presidencial, durante el período de campaña, ha tenido que ser ajustado”.
Desde su punto de vista, eso va a ser objeto de un reconocimiento de todos los dominicanos, que entenderán que cualquier medida que se tenga que tomar y que implique algún tipo de sacrificio, como tener que hacer una reforma fiscal para garantizar la sostenibilidad fiscal, social y política del país en los próximos años, será hecha de forma tal que proteja a los sectores más vulnerables. “Si no requiere de la reforma fiscal y conlleva algún tipo de compromiso, sobre todo bajo un pacto social que involucre el sector empresarial (básicamente el tripartismo donde participan empleadores, empleados y el gobierno y que ha dado buenos resultados), también podría ser un esquema de esa naturaleza”, planteó.
Desde la óptica de Lisandro Macarrulla, República Dominicana tiene múltiples oportunidades, un desempeño de una gestión exitosa en un primer año (aunque aclaró que faltan dos meses para cerrar 2021), y una reducción significativa del gasto corriente, pese a que hay gastos extraordinarios para enfrentar la pandemia.
“Hemos hecho un ejercicio racional de los gastos corrientes y podemos mostrar resultados y ahorros. Por ejemplo, en gastos superfluos podemos mostrar ahorros de alrededor de 0.5 % del PIB y eso creo que habla bien de una gestión presidencial”, expresó.
El ministro de la Presidencia respondió muchas interrogantes y rehuyó a ninguna. “A eso vine; pueden preguntar lo que sea”, resaltó en varias ocasiones. Las formulaciones de preguntas venían del director de elCaribe, Nelson Rodríguez; el subdirector Héctor Linares; la directora de CDN, canal 37, Alba Nely Familia, así como de las conductoras de programas de la planta televisiva Katherine Hernández y Julissa Céspedes.
El superávit y equilibrio presupuestal que ha logrado el Gobierno obedece a varios factores y Macarrulla los citó. “Ha habido un ahorro importante del gasto corriente y de las inversiones… pero eso tiene una justificación. La economía ha crecido 13 %, habiendo reducido el Gobierno la inversión pública. Si hubiésemos realizado la inversión pública que se programó, íbamos a sobrecalentar la economía. Sin eso, hemos crecido 13 %”, calculó.
La explicación indica que si el Gobierno incurría en un mayor sobrecalentamiento económico, entonces eso habría dado paso a un problema de abastecimiento, porque no hay forma de abastecer una demanda superior a la que se tiene hoy con el crecimiento económico, debido a que no hay productos (no solo en República Dominicana, sino a nivel mundial), por efecto de la pandemia y a lo que esta ha empujado.
“Tú me dirías por qué no importamos, pero es que no hay productos, no hay transporte, y la logística para transportar no está disponible. ¿Entonces, qué es lo que nosotros fuimos jugando?… A un crecimiento económico robusto, el más grande de Latinoamérica hasta este momento; atendiendo las inversiones públicas en los sectores donde el sector privado no ha ido a invertir (…)”, planteó.
La conclusión a que llega el ministro es que el crecimiento económico que exhibe República Dominicana ha sido estimulado por inversión privada, inversión extranjera por alrededor de US$3,000 millones (así se proyecta para este año) y empuje monetario que en su momento se dio a través del Banco Central (BCRD), que alcanzó cerca del 5 % del PIB.
“La verdad es que estamos en el peor momento para planificar, porque nadie sabe lo que va a pasar con los precios de los commodities y con la misma pandemia. Con todas esas incertidumbres, nosotros fuimos capaces de ir armonizando el interés de República Dominicana y las transformaciones estructurales que estamos implementando, sin perder de vista que los sectores productivos locales necesitaban salir de la pandemia con la menor frustración posible para incorporarse al crecimiento y al desarrollo, como está pasando”, apuntó.
Zonas francas, turismo, construcción
Las cifras que citó –haciendo un ejercicio aritmético “de cabeza”- indican que se han recuperado las plazas de trabajo que se perdieron por la pandemia.
Sobre el sector turismo, el más afectado a nivel mundial por la crisis sanitaria, indicó que está en franco crecimiento, alcanzando niveles récords de reservaciones. Y de las zonas francas informó que, igual que la construcción está en aumento. “Todo eso lo hemos logrado mientras hay, de otro lado, una inflación controlada en el país, en un momento en que eso es dificilísimo por el precio internacional de los commodities”, expuso.
Lo que salió no es autoría del gobierno; lo deja claro
Hace varias semanas circula un documento sobre medidas que tomaría el Gobierno en una reforma fiscal, incluyendo la colocación de impuestos a diversas actividades económicas y personas, tema que ha generado reacciones en contra desde distintos ámbitos.
Ayer, Lisandro Macarrulla, si bien reconoció que la actual gestión tiene la responsabilidad de garantizar la sostenibilidad fiscal, financiera, social y política, más allá de la coyuntura actual, dejó claro que esa versión de reforma fiscal que ha salido en los medios de comunicación se hizo con mala fe y no se corresponde con la realidad. “Nosotros no tenemos un producto elaborado y ni siquiera se han contemplado figuras como las que salieron ahí, en ese documento”, aseguró con tono de certeza.
Dijo que en ese documento en cuestión “salió una aberración que si la implementamos sería agravar la situación que hay ahora, como es la escala de impuestos para personas físicas”.
