San Juan (Puerto Rico).- Puerto Rico atraviesa graves problemas de salud mental, al extremo de que en 2017 se produjeron 253 suicidios, 57 más que el año anterior, 96 de ellos luego de la devastación del huracán María el 20 de septiembre, y hasta diciembre de 2017, según la Administración de Seguros de Salud (ASES).
La directora de la Oficina de Planificación de ASES, Milagros Soto, reveló que la línea telefónica de Primera Ayuda Sicosocial (PAS) del Departamento de Salud atendió sobre 113.830 llamadas durante el año 2017, unas 22.500 más que en 2016.
De estos pedidos de auxilio, 24.607 fueron de personas con ideación suicidas, mientras que 7.456 correspondieron a intentos suicidas, dijo Soto en audiencia pública de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, que preside el diputado Juan Oscar Morales Rodríguez, que investiga los factores que inciden en un aumento de los problemas de salud mental entre los puertorriqueños con el propósito de alcanzar soluciones.
Puerto Rico se coloca de este modo como la tercera jurisdicción de Estados Unidos con los mayores problemas de salud mental, por encima de los estados de Mississippi y Kentucky.
A través de la Línea PAS, solo en enero de del año en curso se atendieron 16.934 llamadas en busca de apoyo en medio de crisis emocionales, lo que levanta una gran preocupación porque al igual que la salud física, la salud mental es importante para el buen funcionamiento, laboral, académico, familiar y personal.
Datos de la Comisión para la Prevención del Suicidio indican que esta es la tercera causa de muerte violenta en Puerto Rico, por lo que a partir de tal realidad, ASES ha instituido un modelo de cuidado integrado que pretende, entre otros propósitos, identificar tempranamente la depresión y la ansiedad para ofrecer ayuda de cuidado primario y evitar que se conviertan en condiciones crónicas o severas, precisó la licenciada Marla Hadad junto a la directora de ASES.
E legislador Morales Rodríguez, del oficialista Partido Nuevo Progresista (PNP), aseguró que quedó en evidencia que en Puerto Rico no se están ofreciendo los servicios de salud mental adecuados.
Se refirió, además, a una ponencia de la empresa aseguradora APS Health, que corrobora ese hecho, por lo que entiende se tiene que auscultar qué cosas tiene que hacer el gobierno, junto a la empresa privada, para garantizar un servicio adecuado a los pacientes de salud mental.
Morales Rodríguez se mostró preocupado porque compañías como APS establecen un máximo de cinco días de hospitalización, sin importar que el paciente requiera más tiempo.
“¿Cómo es posible que ellos establezcan para la hospitalización unas guías de cinco días? Si el paciente está bien o está mal, no importa, va para fuera al quinto día. ¿Cuál es el criterio médico aquí?”, planteó.
Consideró que lo más importante es estabilizar a este paciente y garantizar que va a salir del hospital sano, porque si lo envían con una crisis, se agravará.
La coordinadora del Comité de Psicología y Política Pública de la Asociación de Psicología de Puerto Rico, Bonnie Vázquez Suriel, subrayó la importancia de establecer las posibles causas que inciden en la salud mental individual de los puertorriqueños.
La psicóloga clínica aclaró que estas están determinadas en varios factores psicológicos, sociales, biológicos y que son diversos y diferentes, según las edades y grupos poblacionales.
Refirió que la Organización Mundial de Salud sostuvo que en Puerto Rico no existe una lista formalmente definida de datos individuales que deben ser recopilados por las diversas instituciones de salud mental.
“La Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca) solo recibe datos de los pacientes atendidos en sus establecimientos y unidades de servicios”, dijo la doctora Vázquez Suriel.
Apuntó que en términos de investigación, el 17 por ciento de las publicaciones de salud de 2012, fueron referentes a salud mental.
Aparte, el 64,8 por ciento de las investigaciones de enfocaron en estudios epidemiológicos en las clínicas de Assmca y el 11,4 por ciento en estudios no epidemiológicos clínicos o cuestionario de trastornos mentales.
