Teherán/Moscú.- Los presidentes de Irán, Hasan Rohaní, y Rusia, Vladímir Putin, denunciaron este miércoles que las sanciones «ilegítimas» de Estados Unidos están ahogando la economía de Siria, donde la ONU estima que un 83 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza.
Durante la inauguración de una cumbre telemática de los tres países integrantes del proceso de Astaná (Rusia, Turquía e Irán), Rohaní subrayó que las sanciones «inhumanas» de la Ley César son «una forma de terrorismo económico».

Esa norma tiene como objetivo cortar la ayuda a Damasco en su proceso de reconstrucción tras nueve años de guerra y, el pasado 17 de junio, se impusieron sanciones a diferentes figuras relacionadas con el régimen sirio.

El presidente iraní, firme aliado del régimen de Bachar al Asad, subrayó que Teherán «continuará apoyando con más fuerza al pueblo y al Gobierno legítimo de Siria», pese a las sanciones.

En este sentido, Putin destacó que, «en medio de la propagación del coronavirus, la coordinación de los esfuerzos humanitarios» cobra aún más actualidad.

El mandatario ruso hizo hincapié en que las sanciones han tenido «un efecto negativo» en la economía siria y que son «ilegales e ilegítimas» por eludir al Consejo de Seguridad.

«Washington y Bruselas decidieron prolongar las restricciones contra Damasco. Además, fueron aplicadas nuevas sanciones, cuyo objetivo sin duda es ahogar económicamente a Siria», lamentó.

Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 9,3 millones de los 17 millones de sirios están en situación de inseguridad alimentaria y los precios de los productos de la cesta de la compra han subido hasta un 209 % respecto al año pasado.

Antes esta crisis, el Banco Central sirio devaluó el pasado junio la libra en casi un 44 %, con una caída del tipo de cambio frente al dólar del 78,4 %.

Sobre el efecto en el conflicto sirio de las sanciones estadounidenses, Rohaní dijo que «EE.UU. puede estar seguro de que lo que no ha logrado mediante la presión militar y los grupos terroristas, no lo alcanzará con la presión económica».

«La presencia ilegitima de las fuerzas ocupantes del régimen de Estados Unidos en la tierra de Siria se ha convertido en un factor desestabilizador (…) Es esencial que lo antes posible las fuerzas terroristas estadounidenses salgan de toda la región y, sobre todo, de Siria», aseveró.

Rusia, Irán y Turquía, los dos primeros respaldando al régimen sirio y el tercero a la oposición, son los tres países que auspician el llamado proceso de paz de Astaná y son los garantes del alto el fuego decretado en la nación árabe en 2016.

La violencia ha disminuido especialmente desde marzo pasado, cuando Rusia y Turquía pactaron una tregua en la región de Idlib y sus alrededores, último bastión opositor del país. EFE

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