Santo Domingo- Al mencionar el nombre de María de lss Nieves Sierra, muy pocos sabrían a quien nos referimos, pero si citamos el apodo Doña Chucha, unos vibrarían de emoción y otros se inclinaría con respeto ante su memoria histórica y su entrega para que cientos de niños y niñas tengan una vida digna, en derechos y sana.
Como mandada a buscar por Dios partió María de las Nieves Sierra, el 27 de diciembre del año 2007, y con ella su fue toda una historia de amor, filantropía, caridad y bien común.
Tenía 93 años y un espíritu rejuvenecido en bondad que no cambio desde el año de 1967 en que asumió por herencia de afectos y caridad de María Victoria de la Cruz, la primera Doña Chucha.
El amor por los niños y niñas huérfanos fue de gran magnitud que lo antepuso a todo y por esto fue reconocida con premios y distinciones entre ellos, un Doctor Honoris Causa de la Universidad O & M.
Pero el mayor legado que ha dejado Doña Chucha, está en el amor de madre que impregnó en sus hijos espirituales, el valor por el trabajo, el respecto a las leyes y la compasión por los que sufren.
Uno de sus mejores ejemplos lo podemos encontrar en un joven emprendedor cuyos ojos se humedecen en tan solo al oír y recordar a esta mujer considerada la «Madre Teresa de República Dominicana».
Ese joven es Alexis Paris, que a menos de 8 años de haber nacido quedó huérfano y solo la caridad de esta noble mujer le dió el abrigo, cariño y le enseñó los caminos para el éxito.
Hoy París es un próspero empresario, disciplinado y emprendedor que lleva consigo todo el amor y el cariño de su madre espiritual, dando gracias a la nobleza de esta dama por haberle regalado hermanos que nunca pensó tener.
En este 13 aniversario de la desaparición física de Doña Chucha, recordamos con misas, anécdotas, cuentos y chistes, así como reprimendas y castigos de esta sin par mujer.
