Santiago. La comunidad santiaguense dio el último adiós al chef y folclorista Raudy Torres de la misma forma en que vivió, arropado por quienes cada año junto a él desfilaron durante el carnaval de Santiago.
Frente al ataúd rindieron guardia de honor los grupos de lechones de la federación que los agrupa, hasta personalidades del mundo artístico, de la comunicación, empresarios, folkloristas de esta ciudad y de otros pueblos de la región Norte y el país.
Tras velar en la funeraria Blandino por espacio de seis horas, los restos de Raudo Porfirio Torres Pepín, nombre real del Robalagallina más reconocido del país, fue sepultado a las 5:00 de la tarde en el cementerio de El Ingenio, en Santiago.
Aunque en principio se informó que se complacería su deseo de ser cremado, sus familiares se pusieron de acuerdo y por el contrario fue enterrado en dicho camposanto. Torres contaba con 64 años de edad a la hora de su muerte.
Víctor Erarte, quien estuvo junto a Raudy Torres en su lecho de convalecencia en un centro de salud de Santo Domingo, donde falleció, destacó las cualidades humanas que a lo largo de su vida mostró hacia todas las personas.
“Raudy siempre fue un libro abierto, estaba dispuesto a colaborar y ayudar en toda causa. Era enemigo de las cosas feas, por eso su deseo de ser cremado para que no lo vieran en un ataúd”, dijo.
Mientras hablaba de las bondades como ser humano, Erarte prácticamente no pudo contener las lágrimas.
Algunos recuerdan que diariamente, hasta 30 personas acudían a almorzar a su vivienda en la calle 11 del sector Jardines Metropolitanos.
Artistas, comunicadores, profesionales y políticos se presentaron a la funeraria en solidaridad con los familiares.
El comunicador Francisco Sanchís, destacó el legado que deja Raudy Torres como ser humano y como personaje de esta ciudad.
Raudy Torres, que se hizo popular con el personaje carnavalesco Robalagallina, murió el pasado día 2 en la Plaza de la Salud de Santo Domingo.
