Altagracia Filpo se graduó de Técnica en Bioanálisis y cursó la Licenciatura en Educación Inicial y Básica en la Universidad Tecnológica del Sur (UTESUR). FUENTE EXTERNA
Altagracia Filpo se graduó de Técnica en Bioanálisis y cursó la Licenciatura en Educación Inicial y Básica en la Universidad Tecnológica del Sur (UTESUR). FUENTE EXTERNA

Altagracia Filpo logró, pese a ser una mujer campesina, asumir un liderazgo que crece cada día más

Altagracia Filpo es una mujer que ha logrado un trabajo social extraordinario en el desarrollo del movimiento campesino y cooperativista en la provincia Azua, donde ha sido mentora de la Federación Campesina de la Provincia de Azua (Fecaproa) y de la Cooperativa Coopfecaproa, ambas organizaciones con un amplio nivel de participación y articulación social.

Entre sus logros se destaca el haber logrado la titulación de terrenos de 128 campesinos de Tábara Abajo y la renovación de 2 mil tareas en Peralta y El Barro, pertenecientes a 678 pequeños productores de café.
Recientemente, Filpo Ramírez obtuvo el primer lugar del Premio Mujeres que Cambian el Mundo del Banco BHD, máximo galardón por el impulso para la creación de organizaciones dedicadas al trabajo agrícola, de conservación ambiental, ecológica y social en la provincia de Azua.

1. De familia católica

Nací en el municipio de Azua, el primero de marzo de 1954, pero me crié en el municipio de Peralta. Crecí en una familia católica, mi padre se llamaba Erasmo Filpo y mi madre Flor María Ramírez de Filpo, ambos fallecidos. Mis hermanos en orden de edad: Manuel de Jesús y Margarita, también fallecidos; Rafaela y Amauris Filpo. Mi familia vivía de la agricultura, la crianza de ganado y animales domésticos. Recuerdo que Peralta era un distrito municipal de aproximadamente 300 viviendas, allí la vida transcurría trabajando en el hogar y ayudando en la agricultura, aunque también teníamos momentos de ocio para jugar y bañarnos en el famoso río Jura”.

2. Personas de ejemplo

Mis padres fueron un ejemplo para nosotros, eran personas honestas, trabajadoras y solidarias. Mi papá fue un munícipe reconocido en la comunidad, imprimió en ella mucha organización y disciplina a sus hijos. Él fue un ejemplo para nosotros, era un hombre que proveía para su familia, trabajaba sin descanso y se desvelaba por el bienestar de su familia. Una anécdota de mi madre que me dejó muy marcada fue cuando tenía 10 años, Peralta tenía 3 lugares en la comunidad que funcionaban como espacios de citas, quedaban como a 60 metros de la casa. En esos lugares había mucha música, peleas, alcohol, todo era un desasosiego para la familia. Entonces mi madre, que ya nos tenía a todos, inició un proceso de sensibilización con las demás familias de la comunidad, solicitó cédulas, tomó firmas y tramitó solicitudes a las autoridades de la provincia de Azua, hasta que logró que clausuraran esos lugares. En dos meses, ella logró ese objetivo, eso fue en los 12 años del gobierno de Balaguer. Esa situación le ocasionó mucho desasosiego por parte de los intereses que afectó, pero eso hizo posible que mi madre se convirtiera en una líder en la comunidad de Peralta, reconocida en la provincia de Azua. Mamá se convirtió en una consejera, eso me marcó porque aprendí de ella que se puede luchar con la comunidad y vencer, que unidos podemos avanzar y lograr objetivos comunitarios para beneficio de todos”.

Altagracia Filpo fundó en 1998 la Fecaproa, la cual estuvo estructurada al inicio con siete juntas de organizaciones campesinas

3. Formación

Mis estudios primarios y secundarios transcurrieron en Peralta, en una escuela rural, mis padres se preocupaban mucho por la educación de sus hijos. En la escuela recibimos no solo educación, sino también el sentido del compañerismo, ese tiempo de estudios lo alternábamos con la recogida del café en las montañas de Peralta y los paseos en animales. En la primaria tenía miedo de ir a la escuela, como era zurda, mi profesora Ercira Saviñón, que fue una persona muy querida y amable, no le gustaba que escribiera con la mano izquierda y me obligaba a utilizar la derecha. Ella fue muy intensa, hasta que logró que escribiera con la mano derecha, pero recuerdo que borraba con la izquierda. De ella tengo recuerdos de su entrega y dedicación individual en cada uno de sus estudiantes, era una maestra que ejercía su ministerio con vocación. Me gradué como Técnica en Bioanálisis y cursé la Licenciatura en Educación Inicial y Básica en la Universidad Tecnológica del Sur (UTESUR), pero quedó pendiente la graduación”.

4. Vocación por el trabajo

Muy temprano comenzó mi vocación verdadera que es el trabajo, inicié muy joven, a los 16 años en la iglesia Nuestra Señora de Lourdes, conformaba organizaciones sociales de base de manera sectorial, teníamos un equipo de 7 personas que les daba seguimiento a través de charlas religiosas y sociales. Formamos el Club de Jóvenes, trabajábamos por la comunidad, ese proceso de integración social se fortaleció con el programa de la ONG Plan Internacional que nos permitió conformar comités de salud, agropecuarios, de educación y un comité gestor conformado por tres personas en representación de la iglesia y la sociedad civil. Lo formaba Alfredo Elías Soriano, presidente; Francisco Ramírez, secretario y yo como tesorera. En un periodo de seis años, ese trabajo impactó sobre la vida de más de 15 mil personas en el municipio de Peralta, se construyeron escuelas, viviendas, letrinas, proyectos de salud preventiva, entre otros servicios. Recuerdo que detectamos el cáncer cervical en 60 mujeres, logramos intervenirlas a tiempo y preservar sus vidas”.

Altagracia se casó con Ángel Bolívar Ramírez Díaz, de cuya unión nacieron sus 6 hijos, 5 hembras y un varón

5. Fecaproa y Coopfecaproa

En 1998 fundamos la Fecaproa, la cual estuvo estructurada al inicio con siete juntas de organizaciones campesinas, presidida en su inicio por Rafael Emilio Pérez, que en paz descanse. La federación aglutinó a mil 700 campesinos. En 1999 iniciamos un proceso de lucha por la tierra, nuestras acciones incluyeron la invasión de los terrenos de la finca Lavador. Esa acción hizo que el Instituto Agrario Dominicano (IAD) interviniera y nos facilitara otros terrenos que fueron permutados en Tábara Abajo de 4,200 tareas. En 2012, asumí la presidencia de Fecaproa, donde realizamos un proceso de reestructuración, pues había caído en un proceso de decrecimiento. En 2018, el IAD nos entregó los documentos legales que avalan la operación de permuta entre la familia Freittes, IAD y la Empresa Goya. Luego, proseguimos la lucha por que la tierra fuese titulada a nombre de los asociados y lo logramos en 2021-2023 cuando recibimos las 128 parcelas del gobierno de Luis Abinader. Desde 2019, trabajamos en los proyectos agropecuarios para buscar financiamientos en el Banco Agrícola, para los fines presentamos un proyecto de producción de mangos, de banano, aguacate y limones. En 2017 comenzamos a desarrollar el proyecto de reforestación de las cuencas de los río Jura, Sonador y Ventura, las cuales se desarrollan en las comunidades del Barro, Majagual, Carrizal y Peralta. Las plantaciones que se establecieron son de cultivo de café mejorado, variedades Katimor; aguacate, limones, guineos y naranjas. Dos mil tareas renovadas de café, 700 de aguacates y 300 de limones, se bonifican de estas acciones 678 familias con el apoyo del Consejo de la Central Hidroeléctrica de Los Toros”.

6. Mejores momentos

Me casé en los años 80 con Ángel Bolívar Ramírez Díaz, nos conocimos en la adolescencia, estudiamos juntos en la misma escuela de nuestro pueblo de Peralta, él se dedica a cultivar café y aguacates. Tenemos 6 hijos, 5 hembras y un varón, dos son maestras, una abogada, un enfermero, una que estudia contabilidad. Mi hija mayor vive en California, Estados Unidos, ella siempre ha sido parte de mi soporte económico. Somos una familia unida, levantada con mucho esfuerzo y sacrificios. Mis mejores momentos son el nacimiento de mis hijos, verlos crecer y formarse como profesionales. También, el logro de la lucha por la tierra y contribuir a la reforestación de la parte alta de la montaña, que de ahí viene el agua que da vida a la llanura de Azua. Otro de mis grandes momentos es ver cómo mejora el nivel de vida de los campesinos, ver el empoderamiento de las mujeres de Majagual en sus labores productivas, con iniciativas y enfocadas en proveer para sus familias. Lograr pese a ser una mujer campesina, asumir un liderazgo que crece cada día, ocupando posiciones en espacios públicos”.

7. Limitaciones y obstáculos

He sido trabajadora social toda mi vida, he atravesado limitaciones económicas para desarrollar iniciativas. El asentamiento agrario de Tábara Arriba ha sido muy dificultoso por temas de burocracia y aspectos legales del Ministerio de Medio Ambiente. Enfrentamos a nivel organizacional situaciones de ingobernabilidad por enfrentar a líderes sociales corruptos. Aunque en los tiempos actuales, ser una líder campesina mujer no es tan dificultoso, tres décadas atrás era muy limitante por la condición de mujer. La crisis económica familiar cuando mis seis hijos estudiaban, y los ingresos muy limitados, dificultaban la situación para operar como líder social. El deterioro del sector cafetalero en Peralta y la necesidad de disponer de recursos para renovarlo, afectó mucho la economía familiar de los asociados”.

8. Objetivos específicos

Por más de 40 años hemos permanecido en las comunidades y su liderazgo, manteniendo un pensamiento coherente y transparente que nos permite acumular credibilidad entre los asociados, sus organizaciones y la sociedad en sentido general. La transparencia ha sido un factor importante que nos permite tener credibilidad con las comunidades, donde históricamente realizamos nuestro trabajo social. El amor por la comunidad y los campesinos, mis hermanos genera que este proceso que entiendo que es de entrega desinteresada y voluntaria. Creamos las condiciones necesarias para que el trabajo sea asumido por todos, empoderando a los actores y demás líderes sociales; comprender y escuchar a los demás me permite tener la empatía para mejorar la gestión organizacional. También, me permite una mayor comprensión de los problemas, limitaciones y factores emocionales que tipifican a nuestros socios y socias”.

9. Programa Fonap

En 1999 tuve el honor de dirigir el programa Fonap, centrado en la salud y la atención primaria en Peralta, donde conformamos cinco unidades de atención primaria. Ese programa impactó sobre las 2 mil familias en sus componentes de salud preventiva, ambiental y salud reproductiva. Adicionalmente, coordiné el programa del Senasa Subsidiado en la provincia de Azua, donde hasta la fecha se beneficiaban 15 mil familias. Mantenemos una fuerte participación a nivel de los organismos de articulación social e institucional público y privado en la provincia de Azua. Por tales razones formamos parte de la Red Municipal Soberana de Alimentación y Nutrición (Redssan), ocupamos la posición de vicepresidente del Consejo Provincial para el Desarrollo Agropecuario de Azua (Coproda), y formamos parte del equipo de apoyo al Instituto Politécnico de Azua (IPA)”.

10. Grata sorpresa

Fue una agradable sorpresa haber logrado el premio Mujeres que Cambian el Mundo del Banco BHD, ha sido una experiencia muy agradable compartir con otras compañeras valiosas y que han hecho un trabajo extraordinario. Este premio me sorprendió, no lo esperaba, pero lo recibí con mucha alegría y satisfacción. Ese galardón tiene mucha significación y proyección para nuestro trabajo futuro. Mantenemos una excelente relación con el Banco BHD, que esperamos que con los años se siga profundizando, porque es un gran aliado. Producto de la magnitud de este triunfo, me pidieron que participara en el renglón de Mujer Rural en el premio Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana que realiza el Ministerio de la Mujer”.

Altagracia Filpo obtuvo el primer lugar del Premio Mujeres que Cambian el Mundo del banco BHD 2024

proyecto

Proceso de fortalecimiento

“Mi proyecto es continuar el proceso de fortalecimiento institucional de la Fecaproa y Coopfecaproa, formalizar legalmente las organizaciones de base que están articuladas a la federación, desarrollar programas de apoyo a la producción agropecuaria, la comercialización y la agroindustrialización del sector agropecuario de Azua.

Desarrollar la demanda de inclusión de la mujer a la Reforma Agraria e integrar a los jóvenes hijos de los socios para que asuman la agenda y el trabajo social en las comunidades rurales. Continuar con los programas de reforestación y diversificación de cafetales en la provincia de Azua; desarrollar un proyecto de centro de acopio y procesamiento de café y comercialización de aguacates y limones. Demandar el establecimiento de centro de atención integral en las comunidades rurales para niños de 0 a 5 años, así como desarrollar una empacadora multiproductos para mejorar la cadena de frío y mejorar los márgenes de beneficios de los productores y productoras”.

ejemplo

«Mamá se convirtió en una consejera, eso me marcó porque aprendí de ella que se puede luchar con la comunidad y vencer, que unidos podemos avanzar y lograr objetivos para beneficio de tofod».

gratitud

«Mi papá fue un munícipe reconocido en la comunidad, imprimió en ella mucha organización. Él fue un ejemplo para nosotros, trabajaba sin descanso y se desvelaba por el bienestar de la familia».

claridad

«La transparencia ha sido un factor importante que nos permite tener credibilidad con las comunidades donde históricamente hemos realizado nuestro trabajo social».

desarrollo

«Aunque en los tiempos actuales, ser una líder campesina mujer, no es tan dificultoso,  tres décadas atrás esa situación era muy limitante por la condición de mujer».

privilegio

«En 1999 tuve el honor de dirigir el programa FONAP, centrado en la salud y la atención primaria en Peralta, donde conformamos cinco unidades de atención primaria».

importancia

«Haber logrado el premio Mujeres que Cambian el Mundo del Banco BHD ha tenido mucha significación y proyección para nuestro trabajo».

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