El ritmo que se expuso internacionalmente a partir de La Gasolina, se ha quedado sin combustible.
La despedida de Daddy Yankee de la música tiene varios significados y probablemente varias razones. Una de ellas pueden ser los problemas de salud que padece el artista desde hace tiempo.
Hay que reconocer que fue él quien le dio dimensión internacional al género en sus inicios. Sin embargo, la caída del reggaetón frente a las fusiones aportadas por los exponentes colombianos, mezclando reggaerón con pop y otros colores, le dieron una dimensión internacional diferente, quitando el epicentro a Puerto Rico del ritmo.
No es secreto para nadie que la producción de éxitos de reggaetón ha descendido de manera evidente. ¿Desde cuándo Daddy Yankee no pega un verdadero hit? La última vez fue con Despacito junto a Luis Fonsi. ¿Desde cuándo Don Omar no pega un tema? ¿Desde cuándo Wisín y Yandel no imponen una canción a nivel global? El problema pues, del ritmo que se impuso con La gasolina, parece ser de combustible.
Hoy día el dinero de inversionistas y marcas que sustentaban el género, parecería que han emigrado hacia ritmos más nuevos y promisorios, que de verdad están pegados mundialmente, como el trap y el dembow.
La decisión de dejar la música, ¿será total? ¿Será definitiva? Acaso, ¿no se dedicaría a producir a jóvenes valores? ¿O a crear otros ritmos?
Quien suscribe le hizo la primera entrevista escrita en el país a Daddy Yankee y le dijo que estaba convencido que iba a tener éxito y a ganar Grammy’s, pero que ojalá no cambiara en la sencillez de entonces. Logró los Grammy. ¿Será que se habrá cansado de ser inaccesible?
República Dominicana le agradece lo que hizo por años con los niños de El Tamarindo, a quienes les dio alimentos para que se pudieran educar. Esos niños le dirán siempre: ¡Gracias! También sus millones de fanáticos.
