Cannes. Una mujer irrumpió el viernes en la alfombra roja del Festival de Cine de Cannes y se quitó la ropa para revelar un mensaje contra la violación escrito en su cuerpo antes del estreno de “Three Thousand Years of Longing” de George Miller.
La mujer no identificada llevaba en el torso las palabras “Dejen de violarnos” junto a los colores azul y amarillo de la bandera de Ucrania. También se pintó rojo en las piernas y la ingle.

Mientras gritaba “¡No nos violen!”, personal de seguridad rápidamente la rodeó y la sacó de la alfombra.

La guerra de Rusia en Ucrania ha sido a menudo el centro de atención en el festival de Cannes de este año, que proyecta varias películas de cineastas ucranianos.

El festival prohibió la asistencia de rusos con vínculos con el Kremlin.

Los ecos de la guerra en Ucrania siguieron resonando con fuerza en Cannes, con polémica en torno a la presencia del director ruso Kirill Serebrennikov y un documental póstumo sobre la ciudad mártir de Mariúpol.

Dos días después de la apertura del certamen, con un mensaje videograbado del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, Cannes comprobó de nuevo que abrir la puerta a la actualidad tiene consecuencias inesperadas.

“Creemos realmente que todo lo que es ruso tiene que ser suprimido”, dijo Andrew Fesiak, productor ucraniano de filmes. El productor aludía a Serebrennikov y a su película “La mujer de Chaikovski”, que compite por la Palma de Oro, y que aborda sin tapujos la homosexualidad del compositor ruso, un ídolo en su país. Serebrennikov es un cineasta enfrentado al régimen de Vladimir Putin, que lo condenó por desvío de fondos. Exiliado en Berlín, el miércoles emocionó al público en la sala con un “¡No a la guerra!”, proclamado con fuerza. Serebrennikov “no es un opositor, en absoluto”, considera sin embargo Fesiak.

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