Los cuentos de hadas van cambiando con los años, ni hablar con los siglos. Se han estudiado durante las últimas décadas, se los ha analizado, deconstruido y reinventado en un sinfín de ocasiones. Las sociedades cambian y naturalmente los hacen los grandes relatos universales. Érase una vez un asesinatoes una película japonesa que busca encontrar una nueva variable. El hecho de que sea japonesa y se lance sin pudor a recrear los cuentos de hadas clásicos europeos habla de una genuina libertad que produce simpatía desde el inicio.

La trama se adentra en los peligros de mezclar ambición desmedida con secretos familiares que se niegan a permanecer enterrados. (Créditos: Netflix)

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Este cuento con personajes clásicos y sensibilidad otaku funciona sin problema alguno y obtiene una gracia extra por las actuaciones y el estar hablada en japonés. Evitar cualquier doblaje, porque en el idioma original es muchísimo mejor. Caperucita Roja (Kanna Hashimoto) y Cenicienta (Yûko Araki) se conocen y cuando están yendo al baile donde está el príncipe atropellan accidentalmente a alguien con el carruaje hecho a partir de una calabaza.

Kanna Hashimoto brilla como Caperucita Roja. (Créditos: Netflix)Kanna Hashimoto brilla como Caperucita Roja. (Créditos: Netflix)

El conductor, un ratón convertido en hombre, también está con ellas en el momento de la muerte del desconocido. Caperucita y Cenicienta deciden ocultar el cuerpo y seguir su viaje, ya que su horario límite es la medianoche. Una vez en el palacio, Cenicienta se enamora perdidamente del Príncipe, pero el romance se vuelve impracticable cuando el baile es interrumpido por el hallazgo del cadáver.

Todos conocemos el cuento de Cenicienta, su madrastra y sus hermanastras, así como también el baile, el zapato de cristal y el príncipe. Este cuento ha tenido muchas versiones a lo largo de los siglos y ha sufrido cambios muy drásticos con la aparición del cine. Se han hecho muchas versiones de los más variados tonos, pero acá se demuestra que siempre hay espacio para una más. Por lo que el espectador puede estar seguro de que esta adaptación es muy libre y diferente a todo lo conocido. No sólo por el cambio de sentido de algunos conceptos, sino, y principalmente, por la trama policial.

Yūichi Fukuda es el director detrás de este misterioso cuento de hadas con un giro de personajes. (Créditos: Netflix)Yūichi Fukuda es el director detrás de este misterioso cuento de hadas con un giro de personajes. (Créditos: Netflix)

Caperucita Roja se parece más a Sherlock Holmes, el detective creado por sir Arthur Conan Doyle, que al personaje que hizo popular Charles Perrault. La joven del cuento se convierte aquí en un verdadero genio de la investigación y hace gala de una capacidad gigantesca para la deducción. Así es como este cuento de hadas es una historia detectivesca, también tiene romance, comedia y un mensaje tan valioso como los que en su origen tuvieron estos relatos universales.

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