Introducción
Junté para una charla las afirmaciones de la Biblia que dicen explícitamente DICHOSOS, FELICES, BIENAVENTURADOS y las fui comentando una a una. Es un material que sirve igualmente para un taller, un conversatorio, una meditación o una simple lectura. Son 45 afirmaciones en total. Comenzaremos por las célebres bienaventuranzas en Mateo 5, 3-11 que marcan la moral cristiana y su espiritualidad.
Helas aquí, utilizaré solo la expresión DICHOSOS:
- “Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mateo 5,3).
- “Dichosos los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra”(Mateo 5,4).
- “Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados” (Mateo 5,5).
- “Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados” (Mateo 5,6).
- “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mateo 5,7).
- “Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mateo 5,8).
- “Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5,9).
- “Dichosos los perseguidos por
causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mateo 5,10). - Dichosos seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa” (Mateo 5,11).
- “Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” (Lucas 11, 28).
- “¡Dichosos los criados a quienes el amo encuentra en vela a su llegada! Os aseguro que los hará sentarse a la mesa y se pondrá a servirlos él mismo. Si llega a medianoche o de madrugada y los encuentra así, ¡dichosos ellos!” (Lucas 12, 37-38).
- “Serás dichoso cuando des un banquete y llames a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos” (Lucas 14,13).
- “¡Dichosa la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueran dichas de parte del Señor!” (Lucas 1,45).
- “Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y guarden lo escrito en ella, porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1,3).
- “Dichosos los que laven sus vestiduras, así podrán disponer del árbol de la Vida y entrarán por las puertas en la Ciudad” (Apocalipsis 22,14)
- “Dichosos los muertos que mueren en el Señor. Desde ahora, sí -dice el Espíritu- que descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan” (Apocalipsis 14,13).
- “Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero” (Apocalipsis 19,9).
- “Dichoso el que esté en vela y conserve sus vestidos, para no andar desnudo y que se vean sus vergüenzas” (Apocalipsis 16,15).
- “¡Dichoso el hombre que soporta la prueba! Superada la prueba, recibirá la corona de la vida que ha prometido el Señor a los que aman” (Santiago 1,12).
- “Dichosos de ustedes, aunque sufran a causa de la justicia. No les tengan ningún miedo ni se turben” (1 Pedro 3,14).
- “Dichosos de ustedes, si son injuriados por el nombre de Cristo, pues el espíritu de gloria, que es el Espíritu de Dios, reposa en ustedes” (1 Pedro 4, 14).
- “Dichosos los que aún no viendo creen” (Juan 20,29).
- “Dichosos serán si sabiendo esto lo cumplen” (Juan 13,17).
- “Dichosos aquellos de camino perfecto, que proceden en la Ley de Yahvé. Dichosos los que guardan sus dictámenes, los que lo buscan de todo corazón” (Salmo 119).
- “Dichoso el pueblo que la aclamación conoce, a la luz de tu rostro, oh Yahvé, caminan; en tu nombre se alegran todo el día, en tu justicia se entusiasman” (Salmo 89).
- “Dichosos todos los que temen a Yavhé, los que van por sus caminos. Del trabajo de tus manos comerás, ¡dichoso tú, que todo te irá bien!” (Salmo 128).
- “¡Dichosos los que a él se acogen!” (Salmo 2,12).
- “¡Dichoso el hombre que confía en ti!” (Salmo 84).
- “Dichoso aquel que en el Dios de Jacob tiene su apoyo, y su esperanza en Yavhé su Dios” (Salmo 146).
- “Dichoso tu elegido, tu privado, en tus atrios habita. ¡Oh, hartémonos de los bienes de tu Casa, de las cosas santas de tu Templo!” (Salmo 65).
- “¡Dichoso el que cuida del débil y del pobre! En día de desgracia lo libera Yahvé; Yavhé lo guarda, vida y dicha en la tierra le depara, y no lo abandona al ansia de sus enemigos; lo sostiene Yavhé en su lecho de dolor; tú rehaces entera la postración en que se sume” (Salmo 41).
- “¡Dichoso el que es perdonado de su culpa, y le queda cubierto su pecado!” (Salmo 32, 1).
- “Dichoso el hombre a quien Yahveh no le cuenta el delito, y en cuyo espíritu no hay fraude” (Salmo 32,2).
- “Dichosos los que moran en tu casa, te alaban por siempre” (Salmo 84)
- “Dichosos los hombres cuya fuerza está en ti, y las subidas en su corazón” (Salmo 84).
- “Dichosos los que temen a Yavhé. Tu esposa será como una vid fecunda en el interior de tu casa. Tus hijos como brotes de olivo en torno de tu mesa” (Salmo 128).
- “Dichoso el hombre que no se ha deslizado con su boca, ni sufre tormento por la tristeza del pecado. Feliz aquel a quien su conciencia no reprocha, y que no queda corrido en su esperanza” (Eclesiástico 14, 1).
- “Dichoso quien vive con una mujer juiciosa, quien no ara con buey ni asno, quien no se desliza con su lengua, quien no sirve a amo indigno de él…” (Eclesiástico 25,8).
- “¡Dichoso el hombre a quien corrige Dios!” (Job 5,17).
- “¡Dichoso aquel que no se siente culpable tras tomar una decisión!” (Romanos 14,22).
- “Dichoso el hombre que ha encontrado la sabiduría y el hombre que alcanza la prudencia” (Proverbios 3, 13).
- “Dichoso el que tiene piedad de los pobres” (Proverbios 14,21).
- “Dichoso el hombre que siempre está en temor; el que endurece su corazón caerá en el mal” (Proverbios 28, 14).
- “Más dichoso es el que da que el que recibe” (Hechos 20,35).
- “¡Dichosos eternamente serán quienes hicieran que siempre fuera así su corazón para temerme y guardar todos mis mandamientos!” (Deuteronomio 5,29).
Conclusión
CERTIFICO que he visto, durante mi vida, que cada una de estas afirmaciones es cierta. He visto gente felices o dichosas viviéndolas. He visto también que los que vivían lo contrario no eran dichosos ellos ni los que estaban a su alrededor. He visto que una vez más la historia es maestra de la vida, confirmando las afirmaciones de la Biblia.
DOY FE en Santiago de los Caballeros a los veintiséis (26) días del mes de mayo del año del Señor dos mil veinte (2020).