La belleza de los escenarios y una historia de amistad entre un animal y un ser humano es buen pretexto para ir con la familia, todos juntos. La interesante y peculiar propuesta del filme circula en torno a reconocer cómo se dieron los primeros acercamientos en tono de amistad el entre ambas especies (aunque sabemos que eso de amistad es en realidad domesticación de una especie por otra que se erige en amo). Es una historia épica de supervivencia ambientada en lo que es hoy la Europa occidental. Es la última Era glacial, unos veinte mil años atrás. El protagonista Keda sale con su padre y un grupo de cazadores de la tribu nómada a la que pertenece. Ocurre un accidente cuando cae en un acantilado y lo dan por muerto. Es cuando comienza la historia de amistad al encontrarse con un lobo solitario abandonado por su manada, en su viaje para reencontrar su tribu le acompaña aquel lobo al que llama Alfa. El joven tiene prisa por volver para que no le atrape el invierno. Y así mismo, el filme tiene prisa por fascinar al público sin conseguirlo como quisiera. No obstante, pasa la prueba y se aleja de lo meramente comercial que persiguen los blockbuster que siempre son construidos encima de clichés sentimentaloides (de emoción fácil, frívola y afectada). Pues bien, aunque trata de establecer como el inicio en aquel periodo glacial la categoría de “mejor amigo del hombre”, el lobo jamás lo ha sido, aunque sí el perro; por tanto, quienes conozcan al dedillo tal imposibilidad de amistad o domesticación de un lobo, saben que no ha sido posible. Otro elemento es las facciones de esos primeros humanos que retrata el filme que responden al físico, conducta, hablar y modos anglosajones. Esos dos factores impiden tragarse la historia. Si los pasamos por alto entonces sí que se disfruta, pues el producto es elegante, simple y bien centrado en generar empatía por los animales. Por momentos, nos retrotrae al filme Danza con Lobos, aunque las diferencias son abismales en cuanto a narrativa.
Cinematográficamente tiene atractivos planos plongée (cámara alta con relación al personaje), realmente justificados, no a la brigandina como acostumbran los DP triviales. Algunos recursos narrativos, como el recuento del accidente que separa al joven de su tribu, transiciones para nada impactantes para crear suspenso en el ambiente inhóspito de la trama, afectan el ritmo y no hay un increscendo para generar alguna emoción. Loas a la lengua inventada para el filme.

HHH Género: Ventura épica. Duración: 95 minutos.

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