Hace unos meses recibimos el libro Labrador de Palabras: Prosas Poéticas Escogidas, del poeta barahonero residente en Nueva York, Juan Matos, con textos que desde la primera impresión denotan algo que les falta a muchos homólogos contemporáneos, que es la espontaneidad creativa, alejada de los trabalenguas y los acertijos de la antipoesía, pero cargados de la pasión que desdeña la posmodernidad.
Coincidimos con Matos, quien ahora se encuentra de vacaciones en República Dominicana, en un viaje cultural a la oriental provincia de La Romana, lo que nos permitió dialogar sobre su obra, que no es más que un reflejo artístico y espiritual del autor, quien habla con la candidez repentista de los poetas auténticos, hasta el punto de que al escucharlo se percibe al hombre que parece plasmar en su prosa poética.
Desde Retrato, poema inicial de la colección, hasta Más que una vida, las vidas, dedicado a su esposa alma, con el que concluye, el escritor y académico canta a la existencia “en todas sus unidades; en la extensión del tiempo recorrido de desaciertos y aciertos, en la nutrida esencia de las cosas sencillas, construidas a diario: el café en la mañana, los gestos –que de tanto vivirlos nos son ya preanunciados- los pasos en la casa y el vacío en la ausencia cuando no se les sienten…”, son composiciones que logran conjugar lo estético con lo humanístico.
La escritora Ofelia Berrido dice que Matos es “Vive y experimenta, enfrenta el mundo terrible que lo rodea en una actitud creadora y con un tono melancólico, pero esperanzador”. Su colega Silvio Torres-Saillant sostiene que presenta el reto de recordar “constructivamente no solo para emanciparnos de formas de recordar inculcadas por un status quo malsano sino también para poder encaminarnos hacia la meta para la cual vinimos a este mundo”, que es al decir de Freire, ser “cada vez más humanos”.
Los poetas Raúl Bartolomé y Radamés Reyes Vásquez, valoran también el vitalismo estético de Labrador de Palabras, cuya lectura recomiendan positivamente. Enhorabuena.
