La experiencia profesional de Pedro Lafontaine data desde 1976, tanto en actuación como en dirección. Cuenta que desde que inició en el teatro, prefirió más actuar que dirigir, aunque no descarta la posibilidad de la dirección. Para él, la actuación “es mi pasión”, tiene magia incomparable, más cuando se involucra con el personaje de la historia o imaginario. Durante su trayectoria de más de 46 años en teatro independiente ha pertenecido a diferentes grupos teatrales como Juventud 79, Nueva Escena, Teatro Popular Danzante y Zircón Teatro. Además, ha participado en la puesta en escena en más de 35 obras teatrales, entre ellas “La pasión de Cristo”, “En tu casa o la mía”, “Ratoncito pide a su novia”, así como también en diferentes producciones cinematográficas.

¿Cuál fue la primera obra de teatro en la que participó y en qué año?
En el año 1980 me presenté con el grupo Teatro, Trabajo, Investigación y Conciencia (Tetraico). Presentamos la obra “Cuba” en Casa de Teatro, la cual fue premiada en Casa de las Americanas. Esa fue mi primera obra que también fue presentada en los salones del Centro Juvenil María Auxiliadora (CEJUMA). Después, llegaron otros montajes.

¿Cuál fue el trabajo que lo dio a conocer y que sintió en ese momento?
En 1977 cuando participaba en el grupo de poesía coreana Juventud 76, perteneciente al CEJUMA. Allí presentamos varias poesías coreadas en el inicio del año escolar, que contaron con la presencia de varias autoridades de la Secretaría de Educación, quienes fueron a ver nuestra actuación. Recuerdo que donaron varias butacas escolares, en cuyo conduce hacían mención de nuestra participación y satisfacción plena por el trabajo que realizazmos.

¿Cómo se lleva con la fama?
No pienso en la fama. Cuando uno ama lo que hace, esa es la mejor recompensa. Tengo aproximadamente 46 años en el teatro independiente y cada día aprendo más de esta nueva generación de actores y actrices con un talento excelente.

¿Con qué director le gustaría tener la oportunidad de trabajar?
Sin dudas me gustaría trabajar con Claudio Rivera. En teatro él es mágico en el proceso de una puesta en escena, es un excelente creador y en cine me gustaría trabajar con José María Cabral por su extraordinario proceso de investigación de las problemáticas sociales.

¿Qué valora más, el reconocimiento de la crítica o del público?
Sin duda la del público. En el país no hay una tradición de críticas teatrales, con excepción de José Rafael Sosa y Gilda Yolanda Matos que son excelentes críticos. Lógico que una crítica especializada hace que un actor o director mejore su trabajo.

¿Qué elementos son de importancia para ser buen actor y director?
Pienso que la preparación y la puntualidad. La actuación es un arte y un oficio que requiere de mucha habilidad y técnica. Ser actor es un estilo de vida, es un arte único, cuyo dominio requiere de esfuerzo y estudio constante. En resumen, la preparación constante es la clave perfecta para ser un buen actor y director.

¿Cuál son los retos a enfrentar en el teatro hoy en día?
Los que hacemos teatro independiente tenemos que enfrentar el reto de las salas de teatro, ya que el costo de alquiler está muy elevado y no tenemos el apoyo del Gobierno y mucho menos del sector privado. Estamos en espera de la aprobación de la Ley del Teatro que podría suceder en este año 2022. Soy miembro del Sindicato de Teatristas de la República Dominicana (SITEARD), que tiene propuestas interesantes para la democratización de las salas del teatro. Por cierto el pasado 27 de marzo hicimos una manifestación pacífica frente al Palacio Nacional.

¿Si tuviera que elegir otra carrera, cuál sería?
Sin dudas derechito sería de nuevo el teatro, él es mi vida, pero podría completarlo con la carrera de Derecho para poder impulsar con más conocimiento la Ley del Teatro.

¿Cuándo comenzó su carrera como productor?
En el año 1977 estaba en la dirección del grupo de poesía coreada y teatro Quisqueya. Esa agrupación fue mi primera experiencia en la producción, con la puesta en escena de la producción Jean Var.

¿Qué visión o idea hay que tener para producir una obra?
Teniendo la obra de teatro en las manos, analizada para ser contada, es la base del montaje. Primero hay que hacer la elección del elenco de actores y la adaptación de los diálogos. Segundo, buscar un asistente de dirección, sonido, luces, escenografía y vestuario que estén en el proceso del montaje y tercero hay que diseñar la escenografía y el personal del mismo. Cuarto, programar los ensayos de mesa, los horarios, los días de alquiler de las salas y publicitar en todos los medios disponibles y participar en entrevistas. Todos estos pasos son importantes para el proceso de la puesta en escena de una obra.

¿Con cuáles directores ha trabajado y cuál ha sido su aprendizaje?
He trabajado con Agapito Guerrero, Jorge Antonio Medrano, Fradique Lizardo, Nereyda Rodríguez, Leopardo Disla, Miguel Montalvo, Joel Rodríguez, Juan Quemacalle, entre otros. Con la orientación de todos hay una enciclopedia de éxito y experiencia, pero la de Miguel Montalvo es la recordada por la complicidad entre director y actor. Era un ser humano infinito, amigo, compañero, hermano hasta cuando invitaba a uno para compartir y pasar los diálogos de la obra.

Opinión
En el país no hay una tradición de críticas teatrales, con excepción de José Rafael Sosa y Gilda Yolanda Matos, excelentes críticos”.

Queja
El costo de alquiler de las salas de teatro está muy elevado y no contamos con el apoyo del Gobierno y mucho menos del sector privado”.

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