Yi-yoh Robles se considera un artista comprometido con los problemas sociales y humanos, pues le duelen las desigualdades sociales, las inequidades, el abuso, los feminicidios y las guerras. Nacido en un campo de La Vega, el artista, cuyo nombre es Genaro Robles de la Cruz, cuenta que a los siete años vino a vivir a Santo Domingo, donde realizó sus estudios, incluyendo su preparación artística. Se considera un artista polifacético, que ha navegado en diferentes disciplinas como “Performance Art”, siendo uno de los primeros del género en el país. Con más de 30 años en el mundo del arte, cuenta que su experiencia ha sido extensa y “bonita”, pues ha logrado colocar sus obras y sus libros en Wikipedia, revistas, periódicos, televisión y plataformas digitales. Además, ha realizado una amplia labor de gestión cultural en sinergia y en dinámica colectiva, que “es lo más importante, pues mucha gente me acompaña junto a los sueños y utopías”.

¿Cómo se inició en el mundo del arte?
El estudiante y el profesional que en mí habitan comenzaron juntos, pues al nacer vine con las herramientas. Soy artista desde el vientre de mi madre, pero es el 1979 que me comienza a marcar. En ese año me gradué de bachiller y celebré mi graduación con la primera obra de teatro que escribí llamada Lucha de Intereses, teniendo como tema central el derrocamiento de Salvador Allende. Ese año me inscribí en la Escuela Nacional de Pintura de Bellas Artes y en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en Publicidad y Pintura. Preparé mis primeras obras para una expo-colectiva junto a Tony Aristy y Elvis Avilés, de hecho nuestra primera entrevista fue en el periódico elCaribe en un espacio llamado Estilo de Vida del periodista Geovanny Ferrua, quien nos bautizó como Los 3 Mosqueteros de la Paleta. Esa entrevista fue canalizada por la periodista Fior Gil. Pero es en 1990 en el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos que presento mi primera expo-personal “Espacio 3 del Obsculuz”.

¿Cómo surge el nombre de Yi-yoh?
Yi-yoh es mi nombre artístico registrado a principios de los años 90, cuando el fotógrafo e intelectual dominicano Faustino Pérez publicó un libro y me bautizó así en sus páginas. Desde niño me apodaban Gigio pronunciado Yiyo por un personaje animado de televisión “El Topo Gigio”. Firmaba y sigo firmando mis obras como G. Robles, pero con el ingrediente de Yi-yoh, que es mi marca, mi emblema…

¿Tuvo alguna influencia en las artes?
Todo artista tiene sus influencias, la he tenido, soy una entidad sincrética, pero siempre he tratado de ser yo mismo, con mi propio universo. Me vuelco en mí mundo particular, no importa la fuente o la disciplina en que trabaje, el único momento en que soy egoísta en la vida es cuando doy a luz a mis creaciones, pues eso son “parimientos”. Siempre me preocupo por mi auto formación, leo mucho, escudriño e investigo bastante, no me quedo quieto, y sobre todo invento mucho en mi laboratorio personal ambulante, libertario, subversivo y desafiante,
humanista, sensible y amoroso.

¿Cómo definiría el arte.
Definir el arte es tan complejo y difícil como definir a Dios y la existencia. Dios está ahí y se revela de forma mágica, extraña, inusual y sublime. Eso pasa con el arte y el artista; la sensación estética es inexplicable, la inspiración, el desdoblamiento y la explosión creativa es de otros universos. Los artistas venimos de otras dimensiones, por eso somos inadaptables, raros y nos catalogan de locos y ebrios, más somos los más sobrios de la existencia.

¿Cuál ha sido su mayor obra?
Acabo de pintar mi obra del COVID-19 en formato grande. Creía que era mi obra maestra, pero empecé una nueva que se llama “Ángel, Sirena y Libélula”, que me tiene loco. No tengo mayor o mejor obra, pues cada una es como parir un hijo, pues le doy su tiempo y dedicación, no me apresuro, dejo que evolucione y la traigo a la vida, luego la amo tanto que no quiero ni venderla. En una obra despejo todas mis energías, por eso uso más los dedos que los pinceles, pues un universo de palpitaciones se posa en mí y cuando pinto juego, me deleito y me libero. Amo todos mis murales, pero los que tienen a Duarte y la Patria como protagonistas me roban el alma.

¿Cómo percibe el arte en RD?
El arte ha evolucionado bien en cuanto a la creación artística. En cambio la inversión en el arte es penosa y preocupante, y la preparación de la gente y su conciencia artística es algo que se debe trabajar. La gente desconoce mucho, lee poco y por tanto su apreciación hacia los valores estéticos y al arte es mínima. Hay que educar hacia el arte, la formación y el conocimiento.

Qué desafíos imponen las artes plásticas en RD
El desafío más grande es la creación de un mercado del arte, la sinergia e impulso en la cadena necesaria de una gran industria cultural variada, la transparencia, buena voluntad y estudio de la Ley de Mecenazgo en su justo equilibrio. Que la balanza entre oferta y demanda no gire hacia un interés en prejuicios, uso y abuso de quienes crean las obras, ya que los beneficiarios son los mismos mercaderes del arte de siempre, sin más conciencia que un beneficio particular, dando migajas a los protagonistas reales del arte. Pienso que hay que invertir más en el arte y sus fuentes, crear mercados de oportunidad y un ejemplo de eso lo podemos ver en la dinámica de la ciudad de Miami: arte, galería y artistas, un practicable ejemplo que podemos poner en marcha en nuestro país. Si no hay oferta y demanda, conciencia e inversión, no habrá evolución.

Opinión
“La gente desconoce mucho, lee poco y por tanto su apreciación hacia los valores estéticos y al arte es mínima”.

Consideración
“El arte ha evolucionado bien en cuanto a la creación artística. En cambio, la inversión en el arte es penosa y preocupante”.

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