El Caribe es un espacio donde convergen las más complejas influencias culturales y sociales. Por ese Caribe han transitado a lo largo de su historia personajes de distinta índole que han dado como resultado una multiplicidad de ideas políticas, filosóficas, culturales, que suelen enmarcarse en el llamado pensamiento antillano o caribeño.

Uno de esos personajes es Eugenio María de Hostos, quien este lunes 11 de enero cumplirá un aniversario más de su nacimiento. Educador, filósofo, sociólogo, jurista, político, periodista y escritor, nació el 11 de enero de 1839 en la isla de Puerto Rico, uno de los últimos territorios que la monarquía hispana conservaba en ultramar. En 1852 fue enviado a España a realizar el bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Bilbao. En 1854 volverá a Puerto Rico donde termina su cuarto curso de latinidad en el Seminario de San Ildefonso, retornando a Bilbao en 1855. Pasó a Madrid en el 1858 a estudiar derecho en la Universidad Central donde tuvo como maestro, entre otros, a Julián Sanz del Río, difusor del krausismo en España y que marcará su pensamiento.

En 1869 dejó España, dirigiéndose a Nueva York, en donde se reunió por primera vez con Ramón Emeterio Betances, una de las figuras centrales de la lucha por la independencia de Puerto Rico. En 1870 viajó por Sudamérica, donde visitó Colombia, Perú, Chile, Argentina y Brasil. En 1875 estuvo por primera vez en República Dominicana, donde luchó a favor de la libertad de expresión. Es célebre su enfrentamiento con el gobierno de Ignacio María González, quien había prohibido la circulación del periódico “Las dos Antillas”, presionado por las autoridades consulares de España. En 1876, retornó a Nueva York, saliendo luego hacia Venezuela a continuar la tarea revolucionaria a favor de la independencia de Cuba y Puerto Rico.

En Santo Domingo fundó la Escuela Normal y entre 1879-1888 se volcó de lleno a la actividad pedagógica desarrollando una profunda labor cívica y educativa. Regresó a Puerto Rico en 1898 en el contexto de la Guerra Hispanoamericana, reclamando la independencia de Puerto Rico. Fue nombrado jefe de la comisión encargada de reclamar en Estados Unidos la independencia, la cual quedó truncada cuando en 1900, el gobierno estadounidense promulgó la Ley Foraker.

En 1900 volvió a República Dominicana y fue nombrado Inspector General de Enseñanza Pública y director de la Escuela Normal. Dictó una serie de conferencias sobre sociología publicadas póstumamente por sus discípulos. Murió el 11 de agosto de 1903.

Anticolonialista y antiimperialista de dimensiones continentales, consagró su vida intelectual y profesional al sueño de unas Antillas independientes de España, unidas en una confederación de naciones y libres de toda injerencia extranjera. Es junto a Gregorio Luperón, Ramón Emeterio Betances y José Martí las figuras centrales del Antillanismo.

Fue un fiel defensor de la soberanía y de la democracia representativa que a su juicio era el único sistema que aplicaba el principio de la representación a todos los estamentos y organismos de la sociedad y a todas las instituciones del Estado. Consideraba la democracia y la libertad como vital para el desarrollo de América Latina y las Antillas, aspectos que se encuentran plasmados en el programa de la Liga de los Independientes.

Tuvo un marcado interés por el conocimiento, el cual estuvo matizado por un incuestionable compromiso anticolonialista por la libertad e independencia de Cuba (en revolución desde 1868 hasta 1878); por estimular la independencia de Puerto Rico (colonia española y luego bajo dominación estadounidense) y el progreso espiritual y la consolidación académica, democrática e institucional de la República Dominicana.

Se interesó por diversos campos del saber y disciplinas académicas, legando una extensa obra que abarca la pedagogía, sociología, moral social, literatura, política, ciencias sociales y humanísticas, estética, crítica literaria y el derecho. Su primera obra “La peregrinación de Bayoán” fue publicada en 1863, donde expresa sus sentimientos acerca de sus preocupaciones sociales y la situación de su tierra natal Puerto Rico y de las islas antillanas.

En materia constitucional se destacan “Lecciones de Derecho Constitucional” que publicó en 1887 y “Nociones de Derecho Constitucional” que fue publicada poco antes de su muerte donde se reflejan notables influencias de las ideas de la Ilustración, de Inmanuel Kant, Augusto Comte, Herbert Spencer y C. F. Krause.

Una de las obras que más refleja el pensamiento educativo y sociológico de Hostos es “Moral social”, publicada en 1888. En ella se interesa por el estudio de la moral como el arte del bien vivir y observar buenas costumbres y como aquella que establece la relación de deber del hombre con la naturaleza, consigo mismo y con la sociedad.

En el campo sociológico su gran obra fue el “Tratado de Sociología”. Esta obra constituye un hito en la historia de las ideas sociales latinoamericanas, ya que puede ser considerada como el primer intento latinoamericano de configurar una sociología científica, que pretende alcanzar un conocimiento riguroso de la realidad social.

Además de los aspectos políticos, sociales, jurídicos y sus obras literarias, abordó el tema de la mujer, desarrollado en dos trabajos. El primero fue “La educación científica de la mujer”, que originalmente fueron tres discursos leídos en la Academia de Bellas Letras de Santiago de Chile en 1873 sobre la educación científica de la mujer y su derecho a la educación plena y a la igualdad, y un segundo trabajo fue la conferencia pronunciada en 1881 bajo el título “La educación de la mujer”.

Uno de los grandes legados de Hostos fue en el campo educativo. Entendió la educación como el factor principal de desarrollo, crecimiento, evolución y cambio del ser social. Sus aportes a la educación dominicana lo elevan a la categoría de “padre de la educación moderna” en el país. En reconocimiento a su labor, desde el año 2015 se celebra cada 11 de enero en la República Dominicana, el Día Nacional de la Educación.

A 182 años de su nacimiento, su legado educativo, intelectual y político no ha perdido vigencia y hoy es reconocido como una de las grandes figuras que influyeron en la conformación del pensamiento latinoamericano.
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Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World. “This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC”.

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