Los conflictos territoriales y fronterizos han sido una constante en la historia del Gran Caribe. Algunos conflictos han terminado en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) como la controversia territorial y marítima entre Nicaragua y Honduras; la disputa territorial y delimitación marítima entre Nicaragua y Colombia; la delimitación marítima en el mar Caribe y el océano Pacífico entre Costa Rica y Nicaragua; la cuestión de la frontera terrestre en la parte septentrional de isla Portillos entre Costa Rica y Nicaragua, el asunto del Esequibo entre Guyana y Venezuela, entre otros. Dos casos que involucran a Belice y que constituyen un foco de tensión en las relaciones políticas de Belmopán con sus vecinos Guatemala (por la delimitación fronteriza) y Honduras (por los cayos Zapotillos) están en proceso en la CIJ.

La raíz del diferendo territorial existente entre Guatemala y Belice hay que situarlo en el período colonial. En 1783 mediante el Tratado de París, la corona española, aunque reservándose su soberanía permitió a los ingleses la explotación maderera entre los ríos Hondo y Belice, el cual fue ampliado en 1786 hasta el río Sibún. Las concesiones que dio España fueron ampliadas de facto por Gran Bretaña en los años siguientes, cuestión que heredó Guatemala cuando logra su independencia del imperio español en 1821.

En 1859 Gran Bretaña y Guatemala firmaron el tratado Aycinena-Wike en el que se acordaron los límites con el establecimiento de Belice y en el cual Guatemala cedió la parte comprendida del río Sibún al río Sarstún. En el acuerdo se incluyó la construcción de una vía de comunicación entre el lugar más conveniente, de la costa del Atlántico cerca del establecimiento de Belice y la capital de Guatemala. Gran Bretaña no cumplió con su parte en relación con este último aspecto y en 1863 se acordó una compensación, que tampoco cumplió.

El incumplimiento de los acuerdos por parte de Gran Bretaña motivó a que se realizaran varios reclamos y se convirtiera en un tema de conflicto en el siglo XX, llegando el caso hasta la Sociedad de Naciones. En 1946 el Congreso de Guatemala declaró nulo el tratado de 1859 y reclamó la recuperación del territorio de Belice.

En 1981 Belice logra su independencia de Gran Bretaña, pero Guatemala no la reconocería hasta 1991 cuando el presidente Jorge Serrano reconoció el derecho de Belice a la libre determinación aunque no reconoció su frontera quedando pendiente la resolución del diferendo territorial.

A partir del 2000 y bajo los auspicios de la Organización de Estados Americanos (OEA) se realizaron esfuerzos por buscar una vía jurídica y pacífica para solucionar el conflicto que culminaron con la firma en 2008 del “Acuerdo Especial entre Guatemala y Belice para someter el Reclamo Territorial, Insular y Marítimo a la Corte Internacional de Justicia”. En dicho acuerdo se estableció la realización de una consulta popular para que ambos países ratificaran la posición de resolver de manera definitiva el conflicto en la CIJ.

Guatemala fue el primero en realizar la consulta popular la cual se efectuó el 15 de abril de 2018 en la que se le preguntó a los guatemaltecos lo siguiente: ¿Está usted de acuerdo que cualquier reclamo legal de Guatemala contra Belice sobre territorios continentales e insulares y cualesquiera áreas marítimas correspondientes a dichos territorios sea sometido a la Corte Internacional de Justicia para su resolución definitiva y que esta determine las fronteras de los respectivos territorios y áreas de las partes?

A pesar de que solo votó el 27% de los 7.522.920 empadronados, el 95% votó a favor de que la vía de la reclamación para resolver el diferendo sea la CIJ. Por su parte, Belice programó en principio la realización de la consulta para el 10 de abril de 2019, la cual fue suspendida luego de que se acogiera un recurso de amparo que cuestionaba la constitucionalidad de la consulta. Luego de ser levantada la suspensión el 8 de mayo del 2019 se realizó la consulta promovida por el primer ministro Dean Barrow. Con la participación del 65% el sí venció con 53.388 equivalente al 55 %.

Realizada la consulta y con la victoria del sí en ambos países y el cumplimiento del protocolo, la CIJ determinó el 8 de junio de 2020 para la entrega de la memoria (demanda) de la República de Guatemala, y el 8 de junio de 2021 para la contramemoria de Belice. Sin embargo, los efectos de la pandemia del COVID-19 retrasaron los procesos y se extendió el plazo en ambos casos. El 8 de diciembre de 2020 Guatemala presentó la memoria con el reclamo territorial, insular y marítimo en contra de Belice. En la demanda se reclaman todos los derechos heredados de España al momento de la independencia en 1821 que abarcan más de 11.000 kilómetros cuadrados incluidas islas y cayos o islotes en el mar Caribe (casi la mitad del territorio de Belice). Por su parte Belice presentó su contramemoria el 6 de junio de 2022 en el que defendió su integridad y soberanía territorial. A su vez el 8 de diciembre de 2022 Guatemala presentó su réplica y Belice la suya en junio de 2023.

El proceso es largo y complejo, pero sigue su curso en la CIJ y se mantienen unas relaciones diplomáticas cordiales que pueden seguir fortaleciéndose. El 2 de junio de 2021 el primer ministro de Belice, John Briceño visitó al presidente de Guatemala Alejandro Giammattei y previo a la toma de posesión como presidente Bernardo Arévalo de León visitó Belice el 15 de diciembre de 2023. Por su parte el primer ministro de Belice asistió a la toma de posesión de Arévalo de León como presidente de Guatemala el 15 de enero de 2024.

Acudir al principal órgano judicial de las Naciones Unidas avalado por la voluntad de los pueblos guatemalteco y beliceño expresada en la consulta popular constituye un paso de avance hacia la solución del conflicto. En general, al margen de los resultados, su posible solución por la vía jurídica generaría múltiples beneficios, fortaleciendo la integración regional y reforzando la colaboración en los ámbitos regional y multilateral. Además, profundizaría las relaciones bilaterales, fortalecería la cooperación en ámbitos como comercio, turismo, educación, seguridad, migración, cambio climático, gestión integral del riesgo, protección ambiental y de bienes culturales que son fundamentales para lograr un desarrollo sustentable en ambos países.


Centro estudios caribeños. PUCMM. Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World. “This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC”.

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