Los paquitos de Mafalda y los Agachados de Ruis sustituyeron los de superhéroes

¿Qué fenómeno social apareció en los últimos años como para que una buena parte de la juventud asuma una actitud de incredulidad y de contra corriente, como nunca se vio en las luchas generacionales?
En mi época, “yo también nací en el 53”, los héroes modelos, por ficticio que fuesen, luchaban por el bien contra el mal, como un discurso bíblico. Y eso ocurría tanto en la literatura como en el arte, la música, el cine y la política.

En Literatura después que nos llenaron de Corín Tellado, Marcial Lafuente Estefanía, María, Vargas Vila y otras cursilerías, se impuso García Márquez, Bosch, Neruda, Benedetti, Cortázar, Galeano que nos dieron el empujón hacia las letras hermosas, cargadas de bellas imágenes, con frases pensadas con la cabeza y la inteligencia de quien domina y conoce el lenguaje y defiende la vida. Los paquitos Mafalda y los Agachados de Rius acapararon y sustituyeron a la legión de superhéroes, que, también eran justicieros, a su manera, menos El Monje Loco. No eran escritores totalitaristas, compadre, tampoco pago por nadie más que la recompensa de sus talentos.

La música de los sesenta, que en el inicio nos pareció un escándalo de hippies mariguaneros con el Rock, resultó ser un manantial de creatividad tanto lírica como musicalmente. Había, a pesar de la lucha dialéctica, un gusto por la belleza, una búsqueda idealista del bienestar, un querer imitar a Jesús sin tener que ir a ninguna iglesia ni ser adepto a ninguna religión y, claro, sin tener que pagar diezmo. Se impuso a su lado el jazz, improvisador y novedoso, con un dejo de tristeza y pesadumbre; una actitud de compartir y crear, aunque se mantuviera el ritmo de fondo más o menos común. Tampoco había que exagerar con el Nobel a Dylan, pero sí hay que decir que hubo un aporte, un enriquecimiento, y fue notable, en América latina, cuando apareció una nueva onda trovadora con Cortez, Facundo, Serrat, Buarque, Fito, Mercedes Sosa, Nacimento, Betania, Veloso, Sabina, Silvio…

En las Artes Gráficas, la pintura, quizás fue donde se manifestó el mayor descalabro de valores con la aparición en New York de Pollock, Rothco, Warhol y ese séquito de “artistas” que fueron subvencionados y utilizados como propaganda en momentos que se intensificaba la Guerra Fría, esa odiosa pugna por la hegemonía planetaria, como si no bastara que los países se gobernaran por sí mismo. Muchos jóvenes se frustraron cuando quisieron imitar la “libertad”, pero sin compradores.

En política, ese afán de dominar el mundo, territorios fuera de los propios, usando todos los métodos posibles, incluyendo golpes de Estado e invasiones cuando ya las tácticas, calculadas fríamente, fallaron.

De la ll Guerra Mundial se aprendió poco y nuestra juventud desconoce la catástrofe que fue, los millones y millones de pérdidas humanas y el triunfo, con idea de unidad, que paró el facismo. Los acuerdos de paz y los límites territoriales se violaron uno a uno para que esa Guerra Fría sea hoy más caliente que el infierno. Si Hitler hubiese triunfado, solo existiría, en este planeta, la mal llamada raza aria porque el resto, viralatas confesos y por orgullo, iba a tener la misma suerte que los judíos: la exterminación.

La ambición de dominio, al finalizar la guerra, fue tan extravagante y odiosa que en el juicio de Nuremberg solo se condenó a un pequeño grupo, selecto, embarraos, hasta el tuétano, de los más horrendos crímenes. ¡Puro allante de juicio!

Muchos nazis, implicados hasta más no poder, fueron “perdonados”, más bien limpiados para aprovecharlos en esa nueva guerra: guerra de mentiras y guerra armamentista, que más que fría ha sido sucia e inmoral.

Wernher Von Braun, ingeniero mecánico y aeroespacial, con cara de alemán y de sonrisa ficticia que ocultaba su sangrulidad y su misantropía, había intentado fabricar bombas en forma de cohetes como el V-2 para aniquilar a los enemigos del nazismo. Para ello metieron, a la fuerza, a los presos judíos a trabajo forzado. Miles murieron de hambre, frío y agotamiento físico.

Al terminar la guerra, Braun apareció limpiecito, nítido, impecable, sin culpa y hasta predicando la Biblia para convertirse en el cerebro principal de la aventura espacial que llevó, aunque muchos dicen que todo fue un montaje, ¿por qué no?, a tres astronautas a pisar y descubrir el otro lado de La Luna.

¿No será toda esa fabricación de falsedades, como la limpieza y “perdón”, como si nada, de tantos nazis criminales y como el potecito de uranio del general Powell, como excusa para bombardear a ciudades repletas de civiles, lo que produce un alocamiento generalizado y una “rebeldía”? ¿de dónde sale ese imitar el corte de pelo de los talibanes para parecer malos o el corte nazi y la creación de ejércitos con la misma ideología de Hitler? ¿por qué jóvenes se arman y masacran, en aparatosos tiroteos, a niños, en escuelas indefensas? Hay una zurrapa de maldad y odio que se quedó como modelo, una psicopatía que por poco le cuesta la vida a Cristina, en Argentina, recientemente.

Los altos niveles de corrupción estatales de muchos países que convierte a analfabetos ladrones y avivatos en millonarios al vapor, sin estudios ni trabajo, ¿no tiene que ver con esa incredulidad y ese incursionar en cualquier vaina con el solo fin de ganar dinero fácil?

¿Acaso no tiene que ver el incremento del narcotráfico y la imposibilidad de pararlo, por la complicidad en las altas esferas de casi todos los países?

¿Acaso eso no tiene que ver con las idioteces de la “música” urbana y su relación con centros nocturnos controlados por ese mismo narco?

¿No tiene que ver esa degradación “musical” con todo eso? ¿Me lo dices o me lo preguntas?
Van Braun no tuvo que esconderse, ni dejarse crecer el bigote, ni teñirse el pelo y menos usar una cédula alterada.

Les pasó a muchísimos grandes criminales como a Otto Skorzeny quien pasó a ser empresario exitoso en España por 25 años donde murió en la mayor tranquilidad.

Pero el peor de todos no fue Braun. Kurt Kiesinger llegó a ser Canciller en la Alemania Federal u Occidental de 1966 a 1969, en el mismo partido de Angela Merkel habiendo sido un alto dirigente nazi. Recibió total apoyo para que sirviera de punta de lanza contra Charles de Gaulle en Francia.

Esa ll Guerra Mundial tenía que llegar hasta España y derrumbar a Franco y su ejército fascita.

Quizás la guerra en Ucrania sea un derivado de aquellas cositas inconclusas, pero una cosa sí que está clara: no es Rusia contra Ucrania. Es Rusia contra los Estados Unidos y Europa con los Cañones de Navarrones marca Patriots.

Von Braun fue el responsable de la creación de la bomba atómica que, innecesariamente, Truman dejó caer en Japón, una advertencia y una demostración de poder que le costó la vida a 166,000 personas en Hiroshima y 80,000 en Nagasaki, más las secuelas de miles de cancerosos.

El uso de las armas de ese tipo, y de cualquier tipo, es el resultado de una mentalidad de destrucción que se afianzó con el movimiento nazi.

¿Cuál es la gloria y la gran vaina de un científico que hace tales descubrimientos? Debería usar su talento para fabricar máquinas que hagan más efectiva la agricultura.

En el año 1977 Wernher Von Braun se puso en modo de avión y hoy, no hay duda, su paso por La Tierra, fue más que nefasto.

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